Tercera unidad - Desarrollo del vocabulario

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Vocabulario[editar | editar código]

El vocabulario se refiere a las palabras que debemos conocer para comunicarnos con efectividad. Podemos diferenciar el vocabulario expresivo del vocabulario receptivo. El vocabulario receptivo o pasivo se refiere a las palabras que el alumno entiende cuando las lee o escucha pero no las usa al hablar o escribir. El vocabulario expresivo o activo se refiere a las palabras que el alumno sabe y usa cuando habla o escribe.

El vocabulario es una parte esencial para aprender a leer. Cuando un niño aprende a leer, usa las palabras que ha oído para darle sentido a las palabras escritas. Consideren, por ejemplo, lo que ocurre cuando un niño que está aprendiendo a leer ve la palabra pila en un libro. Cuando trata de descifrar los sonidos que representan las letras pe, i, ele, a, el niño reconoce que los sonidos forman una palabra muy conocida que ha oído y dicho muchas veces. A los niños que empiezan a leer les es mucho más difícil leer palabras que no forman parte de su vocabulario oral.

Las investigaciones científicas que se han efectuado en torno a la enseñanza del vocabulario demuestran que:

  1. la mayor parte del vocabulario se aprende en forma indirecta
  2. algún vocabulario debe enseñarse directamente.

Los alumnos aprenden su vocabulario indirectamente cuando escuchan o miran palabras utilizadas en muchos contextos distintos por ejemplo, por medio de sus conversaciones con los adultos, de lo que se les lee, y de una buena cantidad de lectura que llevan a cabo solos. Los alumnos aprenden vocabulario directamente cuando se les enseñan tanto palabras individuales como estrategias para aprender palabras. La enseñanza directa del vocabulario ayuda a la comprensión de lectura.[1]

El conocimiento de lo que significan las palabras es un elemento importante para predecir la comprensión de lectura. Es más probable que los niños aprendan vocabulario cuando se les repiten las palabras muchas veces, y esto se puede lograr mediante la enseñanza directa e indirecta (NRP, 2000).

Cuando los niños empiezan a leer, muchas de las palabras que logran leer y comprender serán las que forman parte del vocabulario que escuchan y/o hablan. Ésta es una de las razones por las que es tan importante enriquecer el vocabulario de los niños cuando aprenden a leer.

Los docentes pueden incrementar el vocabulario que sus alumnos escuchan y hablan llevando a cabo actividades frecuentes de expresión oral (por ejemplo, actividades en que los niños escuchen cuentos, hablen con docentes y con otros alumnos y hagan presentaciones orales en clase).

Sin embargo, el desarrollo de la lengua oral, por sí solo, no es suficiente para apoyar el desarrollo del vocabulario en el niño, dado que cuando empieza a leer, se le presentan textos con palabras que no ha escuchado. Para que pueda descubrir el sentido o el significado de esas palabras, deberá dominar diversas estrategias para aprender y utilizar nuevo vocabulario.

Como docente, usted puede ayudar a sus alumnos a aprender el sentido del nuevo vocabulario y a desarrollar su capacidad de hallar los significados por sí mismos.

Métodos para enriquecer el vocabulario de los alumnos[editar | editar código]

Aprender sobre la estructura del lenguaje y crear palabras[editar | editar código]

Una forma efectiva de generar nuevo vocabulario es dándoles a los niños clases específicas de las partes que componen una palabra. Por ejemplo, enseñarles sobre las familias de palabras (vea el ejemplo de la palabra “niño” que aparece más adelante) les puede ayudar a relacionar el vocabulario que tienen y el nuevo vocabulario. Las familias de palabras son una serie de palabras que comparten un mismo elemento (en este caso, la raíz “niñ-” de la palabra “niño”).

Raiz niñ- y palabras relacionadas.png

Pueden trabajar con sus alumnos para hacer nuevas palabras usando una palabra como raíz y una variedad de prefijos y sufijos. Por ejemplo, si aprenden que el prefijo “re-” quiere decir repetición (como rehacer, recargar, recaer) cuando se agrega a otra palabra, será más fácil para ellos deducir el significado de las palabras que usan este prefijo.

Usar las pistas que nos da el contexto[editar | editar código]

Otra forma en la que puede ayudar a sus alumnos a aprender vocabulario es enseñarles a deducir el significado de una palabra desconocida dentro de una oración o párrafo.

Veamos un ejemplo de esto:

Cada otoño, muchas aves emigran de sus hogares fríos en el Norte a sus nuevos hogares en sitios más templados del Sur. Es un viaje muy largo.

Para ayudar a sus alumnos a comprender la palabra “emigran” pueden mostrarles cómo deducir su significado basándose en el contexto. Gracias al resto de la oración sabemos que algunas aves tienen dos hogares, uno en el Norte y otro en el Sur. La forma como el autor usa la palabra “viaje” también nos da un indicio de lo que quiere decir “emigran”.

Al razonar en voz alta de esta forma y pedirles a sus alumnos que hagan lo mismo, les ayudará a usar el contexto para comprender palabras desconocidas. Enseñar a sus alumnos a usar las pistas que da el contexto para comprender un vocabulario nuevo puede ser útil, pero no debiera ser el único método que se usa, ya que si se basan sólo en el contexto pueden acostumbrarse a adivinar. La enseñanza del vocabulario es más efectiva cuando se usa una combinación de distintas clases de estrategias.

Repetir el vocabulario muchas veces[editar | editar código]

Es difícil aprender nuevo vocabulario si se tiene contacto con una palabra nueva solamente una vez. Los niños aprenden mejor el vocabulario cuando se les repiten las palabras muchas veces en un período corto y en distintos contextos. Pongamos el ejemplo de la palabra “músico”. Usted y sus alumnos podrían platicar sobre el significado de la palabra “músico” para comprender la biografía de un músico que aparece en la lectura de la clase de idioma. Sin embargo, también pueden enseñar esta palabra en su clase de música o en cualquier momento en el que cante con sus alumnos. Algunos expertos estiman que los niños deben ver una palabra entre 13 y 15 veces para aprenderla, así que si usted les repite la palabra “músico” en distintos momentos a sus alumnos, les estará ayudando a aprender su significado.

Se calcula que los niños aprenden entre 8 y 10 palabras por semana.[2] Para ayudarlos, seleccione de la lectura diaria cuáles son las palabras que enseñará en forma sistemática. Algunas estrategias para seleccionar este vocabulario son:

a. Vocabulario que tenga sentido para sus alumnos

Al escoger palabras para enseñarles a sus alumnos, es importante considerar aquellas con las que los alumnos pueden crear un vínculo; es decir, hay que tomar en cuenta el ambiente en que ellos se desenvuelven. ¿Viven en un área urbana o en el área rural? ¿Qué clase de trabajo llevan a cabo los habitantes del lugar? Si toman en cuenta estas preguntas, les será más fácil escoger palabras del vocabulario con las que los niños se puedan identificar.

b. Palabras que aparecen en los textos que los alumnos leen

Para escoger estas palabras, primero debe familiarizarse usted con los libros de texto que usan en su clase y con los materiales de su rincón de lectura o biblioteca escolar. Si todas las escuelas de su país o región, usan el mismo libro de texto, tal vez ya exista una lista de palabras que aparecen en ellos con mayor frecuencia. Si no la hay, antes de pedir a los alumnos que lean el material, seleccione las palabras que cree que ellos no conocen y podrá enseñárselas a sus alumnos antes de que tengan contacto con ese material.

c. Palabras que los niños no aprenden en casa, pero que usan los niños mayores y los adultos

Estas palabras pueden ser las más difíciles de identificar. Es posible que los niños no aprendan en sus hogares palabras como “coincidencia” o “absurdo”, pero éstas aparecen con frecuencia en la lengua oral y escrita de los adultos y generalmente deben enseñarse en la escuela.

Actividades para practicar o evaluar vocabulario[editar | editar código]

Ejemplos de técnicas didácticas y evaluación formativa para uso de los docentes[editar | editar código]

Competencia lectora Ejemplos de técnicas didácticas Ejemplos para evaluación formativa
Vocabulario
  • Métodos indirectos y directos
  • Enseñar directamente las palabras clave antes de leer un texto
  • Enseñar explícitamente las palabras de alta frecuencia en el lenguaje respectivo
  • Exposición repetida a las mismas palabras en distintos textos
  • Aprendizaje de sinónimos (sustituir palabras más fáciles con palabras más difíciles)
  • Uso de diccionarios o tesauros
  • Preséntele ilustraciones a un niño y pídale que identifique los objetos (vocabulario receptivo)
  • Pídale a los alumnos que identifiquen sinónimos de las palabras claves.
  • Recuerde hacer uso de los criterios de evaluación formativa correspondientes a su grado que están en la segunda unidad de esta guía.
  • Utilice el cuadro de control para llevar el registro del avance de cada uno de sus estudiantes.
¡Enriquezca estos ejemplos con sus experiencias como docente!
Taller para docentes, Chichicastenango

Notas[editar | editar código]

  1. Fuente: Put Reading First: The research building blocks for teaching children to read, (La lectura en primer lugar: Los elementos esenciales para enseñarle a leer al niño), Instituto Nacional para la lectoescritura de los Estados Unidos, 3a edición.
  2. Fuente: Stahl & Fairbanks, 1986.

Capacidad de producir una palabra específica para un significado o la habilidad de comprender palabras.

Término utilizado, a menudo, como un saber hacer. Se suele aceptar que, por orden creciente, en primer lugar estaría la habilidad, en segundo lugar la capacidad, y la competencia se situaría a un nivel superior e integrador. Capacidad es, en principio, la aptitud para hacer algo. Todo un conjunto de verbos en infinitivo expresan capacidades (analizar, comparar, clasificar, etc.), que se manifiestan a través de determinados contenidos (analizar algo, comparar cosas, clasificar objetos, etc.). Por eso son, en gran medida, transversales, susceptibles de ser empleadas con distintos contenidos. Una competencia moviliza diferentes capacidades y diferentes contenidos en una situación. La competencia es una capacidad compleja, distinta de un saber rutinario o de mera aplicación.

Conjunto de sonidos articulados con que el hombre manifiesta lo que piensa o siente (DRAE). Facultad que sirve para establecer comunicación en un entorno social, se le considera como un instrumento del pensamiento para representar, categorizar y comprender la realidad, regular la conducta propia y de alguna manera, influir en los demás.

Espacio vital en el que se desarrolla el ser humano. Conjunto de estímulos que condicionan al ser humano desde el momento mismo de su concepción.

Proceso por el cual las personas adquieren cambios en su comportamiento, mejoran sus actuaciones, reorganizan su pensamiento o descubren nuevas maneras de comportamiento y nuevos conceptos e información.

Vocablo o expresión que tiene una misma o muy parecida significación que otro.

En el continuo de coaching es el rol de ser muy directo y enseñar, mostrar, guiar, etc.