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Existen cuentos o libros infantiles que hablan sobre la discapacidad y que pueden ser utilizados con el grupo de estudiantes donde se encuentre incluido el estudiante con alguna discapacidad auditiva, visual, intelectual o física.

A continuación un ejemplo:

Ojitos de Corazón

Ojitos de Corazón era un duendecito al que llamaban así, justamente porque sus ojitos tenían forma de corazón.

Ojitos no se fijaba en las diferencias que había entre los duendes a todos los veía iguales. El veía más con el corazón que con la vista, y mirando así, es fácil darse cuenta que todos somos iguales en nuestro interior.

En la aldea de los duendes no todos tenían las mismas capacidades, algunos cantaban mal, otros no eran buenos deportistas, algunos no veían, otros no escuchaban o caminaban con dificultad, etc.

Ojitos pensaba que todos debían tener las mismas posibilidades de hacer cosas en la vida, pero en su aldea, como en tantas otras partes, no todos lo entendían así.

Había escuelas donde los duendecitos a los que les costaba más estudiar, no podían asistir, muchos duendes adultos no conseguían trabajo porque no podían escuchar o hablar y todas estas cosas apenaban el corazón de Ojitos. Un día, una gran tormenta se desató en la aldea, destruyó el pueblo casi por completo.

Una vez que la tormenta pasó, se reunieron todos los duendes para ver cómo comenzaban a reconstruir su pequeño mundo.

Alguien tenía que dirigir las obras de reconstrucción, pero nadie quería hacerse cargo de semejante tarea. Ni siquiera Grunón, la autoridad máxima de la aldea.

Ojitos se ofreció a hacerse cargo de las obras.

– ¿Y Ud. jovencito cree que está capacitado para semejante tarea? Le dijo Gruñón con tono muy serio.

http//www.encuentos.com/cuentos-cortos/ojitos-de-corazon-escritores-argentinos-autores-de-literatura-infantil-pagina-cuentos/

– Jamás pensé que lo fuera. Contestó Ojitos. Sé que no es fácil, pero si todos colaboramos, seguramente se podrá.

– Ud. sabe mejor que yo jovencito, que no todos en la aldea están capacitados para ayudar.

– Se equivoca señor. Todos podemos hacer algo y se lo voy a demostrar.

Ojitos tenía un plan. Comenzó por organizar distintos grupos, cada cual con su tarea bien definida.

A los duendes que les costaba escuchar o que no escuchaban nada, les encomendó el clavado de las maderas para construir las nuevas casas.

Quienes no podían hablar, se ocuparon del sembrado de todos los jardines.

Aquellos que no podían ver fueron los encargados de cantar hermosas canciones para que los duendecitos que estaban muy asustados en los refugios pudieran dormir.

A los que siempre estaban sentaditos en sillas de ruedas, les pidió que cosieran cortinas, sábanas, manteles y toda la ropa que se había volado con el viento. Todos ayudaron.

Ojitos se había propuesto algo más importante aún que sacar a su aldea de las ruinas y era que los demás duendes se diesen cuenta que todos podían hacer algo. Que todos -pero todos- tenían el mismo derecho, no sólo de estudiar o trabajar, sino de hacer algo por los demás, de sentirse como lo que eran: un duende más del pueblito. Y realmente lo logró.

En menos tiempo del que tenían pensado la aldea estuvo reconstruida.

Cuando el trabajo estuvo terminado, Grunón se acercó a Ojitos y le dijo:

– ¡Me ha sorprendido jovencito! Jamás pensé que lo lograra y menos habiendo pedido ayuda a duendes que no pueden hacer algunas cosas.

Todos podemos hacer algunas cosas y otras no. Lo importante es pensar en lo que sí se puede y no en aquello que no nos es posible ¿no le parece? La aldea nunca volvió a ser la misma. No se veía igual, se veía mejor. Había algo muy diferente en ella. Seguramente no era el color de la pintura, las maderas recién lustradas o las nuevas flores que sembraron, sin duda era que en el corazón de todos los que la formaban algo había cambiado para siempre.

Sus habitantes habían entendido que todos podemos hacer cosas y que nadie puede negarnos el derecho de hacerlo.

Empezó a haber escuelas para todos, maestros que se dedican más a los duendecitos que tardaban más en aprender y todos sin excepción tenían trabajo y posibilidades de crecer.

Todos habían aprendido a ver el interior de cada persona, a fijarse no en las diferencias, sino en las igualdades.

FIN

Autor desconocido.

Después de leer el cuento puede utilizarlo para reflexionar con sus estudiantes, realizando las siguientes preguntas:

  • ¿Qué actitud toman frente a una persona con algún tipo de discapacidad?
  • ¿Tienen algún amigo o conocido con alguna discapacidad?
  • ¿Le dan la oportunidad a la persona con discapacidad de integrarse a su grupo?
  • ¿Se dan cuenta que por más que alguien tenga alguna limitación, puede hacer muchas otras cosas y que nadie debe quitarles la oportunidad de hacerlo?

La discapacidad auditiva as aquella que no permite escuchar el mensaje correctamente, o bien oírlo en una intensidad disminuida, o no oírlo en lo absoluto.

Narración de las acciones que les suceden a unos personajes en un espacio y un tiempo determinados.

Una deficiencia física, mental o sensorial que puede ser de naturaleza permanente o temporal, causada o agravada por el entorno físico, económico y social, que limita la capacidad de ejercer una o más actividades de la vida diaria. Es un término genérico que incluye déficit, limitaciones en la actividad y restricciones en la participación. Por lo tanto, es el resultado de la interacción negativa entre un individuo (con déficit o una condición de salud adversa) y sus factores contextuales (ambientales y personales).