El feminismo

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Aclarando conceptos

“Feminismo no es lo contrario de machismo, ni lo mismo que género

  • Feminismo. Es un conjunto de teorías sociales y prácticas políticas que critican las relaciones sociales pasadas y presentes que mantienen a las mujeres en la opresión. Se inicia formalmente a finales del siglo XVIII. El feminismo critica la desigualdad social entre mujeres y hombres y lucha por los derechos de las mujeres. El feminismo no busca rechazar a los hombres, sino visibilizar las situaciones de discriminación y desigualdad hacia las mujeres y corregir esta situación.
  • Género. El género es una categoría de análisis social utilizada por el feminismo para entender y explicar la realidad de las mujeres y las relaciones entre hombres y mujeres. Género no equivale a mujeres, pues es una palabra que también incluye a los hombres, puesto que tanto hombres y mujeres son parte de la sociedad, de los problemas y de las soluciones para llegar a la igualdad.
  • Sexismo. Creencia en la superioridad de un sexo sobre otro.
  • Machismo. Es un tipo de sexismo. Es la actitud, manera de pensar y de comportarse de quien sostiene que los hombres son por naturaleza superiores a las mujeres.
  • Hembrismo. Es un tipo de sexismo que consiste en la expresión de desprecio y ataques hacia los hombres por el hecho de serlo.
  • Igualitarismo. Es una doctrina política que sostiene que todos los seres humanos deben ser tratados como iguales socialmente: en términos de oportunidades, resultados económicos, sociales, políticos y jurídicos

Fuente: El ABC del Género. Equipo Maíz.

La historia del movimiento feminista se agrupa en periodos en función del contexto histórico y de los objetivos de lucha de las mujeres, a cada uno de estos periodos se les ha denominado “las olas del feminismo”[1].

Primera ola o feminismo ilustrado[editar | editar código]

Surge en el siglo XVIII en el marco de la Ilustración y de la Revolución Francesa. En esta primera ola las mujeres ya identifican y denuncian la situación de opresión; las explican como una construcción social y cultural, descartando que el orden establecido sea fruto de designios divinos o de la naturaleza. Sin embargo, todavía no aparece un análisis y cuestionamiento de fondo de los orígenes de esa subordinación y opresión. Se caracteriza por dos obras clave producidas por dos mujeres, que por su estatus social tenían acceso a educación y cultura.

  • “Declaración de los derechos de la mujer y de la ciudadana” (1791) de Olimpia de Gouges. Tras haber luchado junto a los hombres en la revolución francesa, en el marco de la “igualdad, la fraternidad y la libertad”, fue una gran decepción darse cuenta de que las mujeres fueron excluidas en la “Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano” (1789) que marcaría la configuración del nuevo orden imperante, en el que, de nuevo, las mujeres quedarían oprimidas y subordinadas.
  • “Vindicación de los derechos de la mujer” (1792) de Mary Wollstonecraft se considera la obra fundacional del feminismo. En ella expone la opresión y exclusión que sufren las mujeres en el acceso a los derechos y a los recursos y defiende el igualitarismo entre los sexos, la independencia económica de las mujeres y la necesidad de participación política y representación parlamentaria.

La segunda ola, el sufragismo y el feminismo liberal[editar | editar código]

Se desarrolla durante el siglo XIX y está fuertemente marcado por la revolución industrial, que genera el cuestionamiento de lucha de clases que marcaría los grandes cambios sociales de la época.
El movimiento sufragista nace a finales del siglo XIX. Es un movimiento social de carácter internacional, con una identidad autónoma y organizativo que tiene como objetivos lograr el derecho al voto y a la educación para las mujeres. Aunque el centro de la reivindicación que unía a todas las mujeres era el derecho al voto, lo que consideraban requisito indispensable para lograr la igualdad, no era la única reivindicación, por ejemplo, querían lograr el acceso libre a la educación superior, derechos civiles, compartir la custodia de los hijos e hijas y poder administrar sus propios bienes. Se caracteriza por:

  • Declaración de Séneca Falls (1848). En julio de 1848 un grupo de mujeres y hombres de asociaciones políticas liberales se reunieron en Séneca Falls, Nueva York y firmaron la “Declaración de Sentimientos”. En ella se establecen las exigencias para lograr la ciudadanía civil para las mujeres y los principios que deben cambiar las costumbres y la moral. Esta declaración es considerada como la base que origina el movimiento sufragista.
  • El segundo sexo (1949). En una época en la que ya se había logrado el sufragio femenino y el feminismo no parecía tener ya razón de ser; con la obra El segundo sexo Simone de Beauvoir analiza las raíces de la opresión y del significado de ser mujer, dando un nuevo impulso al feminismo y convirtiéndose en obra de referencia para las feministas de los siglos XX y XXI. Ella analiza las raíces de la desigualdad desde una perspectiva interdisciplinar que caracterizará a la investigación feminista. En esta obra, con su famoso “no se nace mujer, se llega a serlo” sienta las bases del establecimiento del género como una construcción social. También establece la independencia económica, la lucha colectiva y la autonomía como vías para lograr la libe ración de las mujeres.
Actividad 10: Algunos hombres feministas: John Stuart Mill

Objetivo
Conocer la intervención de John Stuart Mill a favor de las mujeres y analizar sus argumentaciones.

Temporalización
30 minutos. 15 para el análisis y otros 15 para la puesta en común.

Recursos
Copias de los textos, papelógrafos, marcadores, masking tape.

Desarrollo de la actividad
Contexto John Stuart Mill fue un importante pensador del siglo XIX y parlamentario en la cámara de los comunes. Su esposa fue una reconocida sufragista llamada Harriet Taylor, juntos elaboraron las bases políticas en las que se desarrolló el sufragismo en Inglaterra. El feminismo reconoce la labor de John Stuart Mill por su libro “La sujeción de las mujeres” (1869) que plantea que las mujeres puedan tener derecho a la educación.

Instrucciones de la actividad

Repartir a las y los asistentes en cuatro grupos. A cada grupo se le entregarán copias de una de las siguientes lecturas.

Cada grupo deberá analizar:

  • ¿Sobre qué habla el fragmento de texto?
  • ¿Cómo se explican las argumentaciones del autor en términos de relaciones de género? Relacionar con los conceptos previamente vistos en el módulo.

Fragmento 1

Nada hay que distraiga nuestra atención de la simple cuestión de si existe alguna justificación adecuada para continua excluyendo a la mitad completa de la comunidad, no sólo de la admisión sino de la posibilidad de ser jamás admitidas en el ámbito de la Constitución, incluso a pesar de que pueda satisfacer todas las condiciones legales y constitucionalmente suficiente en cualquier caso salvo en el suyo. […]

Fragmento 2

¿O acaso se teme que si fuesen admitidas al sufragio revolucionarían el Estado, nos despojarían de alguna de nuestras valiosas instituciones, tendríamos peores leyes o estaríamos en cualquier modo peor gobernados, a través del efecto de sus votos? Nadie señoría, cree nada semejante. Y no son sólo los principios generales de la justicia los que se infringen, o al menos se dejan a un lado, por la exclusión de las mujeres, por el hecho de ser mujeres, de cualquier cuota de representación; esa exclusión repugna también a los principios particulares de la Constitución Británica. […]

Fragmento 3

Sé que existe un oscuro sentimiento – un sentimiento que se avergüenza de expresarse abiertamente- como si las mujeres no tuvieses derecho a ocuparse de cosa alguna salvo el ser las más útiles y devotas siervas de algún hombre. Pero estando convencido de que no hay ni un solo miembro de esta Cámara a quien su conciencia acuse de tan mezquino sentimiento, puedo decir sin ofensas que esa pretensión de confiscar la totalidad de la existencia de la mitad de la especie por la supuesta conveniencia de la otra mitad me parece, independientemente de su injusticia, particularmente necia. […]

Fragmento 4

Se piensa quizás que aquellas que están a cargo de la educación moral de las generaciones futuras de hombres no pueden estar en condiciones de formarse una opinión sobre los intereses morales y educativos de un pueblo; y que aquellas cuyo trabajo diario fundamental es la juiciosa distribución del dinero para producir los mayores resultados con los mínimos medios, no pueden en ningún caso dar lecciones a los honorables caballeros de otro lado de la Cámara o de este, que contribuyan a producir tan singularmente pequeños resultados con tan vastos medios.

Fuente: La admisión de las mujeres al sufragio electoral; 20 de mayo de 1867. Discurso de John Stuart Mill para la presentación de su enmienda a la Reform Bill.

Preguntas generadoras para el análisis

  • ¿Qué es lo que más les ha impactado de sus textos?
  • ¿Creen que algunas de las cosas que dice el autor siguen vigentes hoy en día?

Tercera ola, nombrar “el problema que no tiene nombre”[2][editar | editar código]

En este período, cuyo inicio se establece a mediados del siglo XX, las feministas analizan que, aun habiendo conseguido el derecho al voto para las mujeres, la estructura legislativa que regla los derechos civiles y la familia, así como las normas y costumbres en los que se encuentran los mecanismos de subordinación de las mujeres no han cambiado. Así el feminismo de la tercera ola busca localizar las estructuras jurídicas que mantienen la discriminación y eliminarlas.

¿Cuál es el problema que no tiene nombre?

¿Qué generaba desasosiego a las mujeres de mitad del siglo XX?

Durante la II Guerra Mundial, mientras los hombres combatían en el frente, las mujeres fueron llamadas a ocupar sus puestos en las fábricas para que la economía no se detuviese, sin embargo, cuando todo terminó se esperaba el regreso de las mujeres a ocupar su lugar histórico en el ámbito doméstico.

Entonces, el problema que no tiene nombre apareció, manifestándose en forma de profunda insatisfacción consigo mismas y con sus vidas. Las mujeres acudían al doctor relatando síntomas para los que los médicos no encontraban motivo o remedio y que denominaron como “síndrome de la fatiga crónica” Sin embargo, este desasosiego existencial era la manifestación de una necesidad de redefinición del rol femenino.

Betty Friedan lo identificaba como un problema político “la mística de la feminidad, que en realidad era la reacción patriarcal contra el sufragismo y la incorporación de las mujeres a la esfera pública durante la II Guerra Mundial, identifica mujer con madre y esposa, con lo que corta toda posibilidad de realización personal y culpabiliza a todas aquellas que no son felices viviendo solamente para los demás”[3].

Friedan expresaba en su libro “La mística de la feminidad” (1921) “una mujer debe poder decir sin sentirse culpable, quién soy y qué quiero de la vida”.

Una figura importante de este periodo es Kate Millet, que acuñará el término “género” en los años setenta en su obra “Política Sexual”. Aunque no será hasta los años noventa, en especial en IV Conferencia Mundial de las Mujeres de Beijing en 1995 que el término pasará a utilizarse en las políticas públicas.

Cuarta ola, los feminismos en plural[editar | editar código]

Hay referencias que sostienen la existencia de tres olas y otras de cuatro, motivo por el que el final de una y el inicio de la otra es difuso. El comienzo de la cuarta ola se ubica alrededor de los años 90. En el período anterior se desarrolla el feminismo radical, a partir del cual surgen otros tipos de feminismos. Desde los años 70 encontramos el feminismo de la igualdad, de la diferencia, utópicos, anarquistas, socialistas, marxistas y orientaciones más modernas como el ecofeminismo y el ciberfeminismo, entre tantas otras ramas.

Cada feminismo, desde su interpretación del mundo y realidad comenzó a analizar los temas que preocupan a las mujeres como la sexualidad, los derechos sexuales y reproductivos, el aborto, el embarazo, parto y maternidad, el acceso a la educación, el trabajo en profesiones masculinizadas, la brecha salarial, la brecha tecnológica, la exclusión de las mujeres de la historiografía, la violencia contra las mujeres, la violación como arma de guerra y forma de control de las mujeres, el feminicidio y el sexismo en los medios de comunicación y en la publicidad.

Actividad 11: Historiografía de las mujeres

Objetivo
Introducir el concepto de historiografía de las mujeres y su relación con la discriminación.

Temporalización
15 minutos.

Recursos
Laptop, papelógrafos, marcadores, masking tape.

Desarrollo de la actividad
Repartir a las y los asistentes en grupos de tres o cuatro personas. Cada grupo deberá pensar al menos dos mujeres guatemaltecas y dos hombres que han sido relevantes en la historia, el arte, la educación, la cultura, el deporte, la ciencia, etc. en un papelógrafo o pizarrón.

  • ¿Les costó más pensar en mujeres que hombres relevantes?
  • ¿Por qué creen que es más difícil pensar en mujeres significativas?
  • ¿Creen que se trata de discriminación por razón de sexo?

NOTA: Si considera que no se identificaron tantas mujeres como hombres, ayude al grupo a recordar algunas de ellas. Rigoberta Menchu (premio Nobel de la Paz), Rosalina Tuyuc (activista de Derechos Humanos), Helen Mack (activista de Derechos Humanos, ejecutiva empresarial y figura política), María Chinchilla Recinos (maestra y activista), Dolores Bedoya (prócer de la independencia), Norma Cruz (activista y feminista), Thelma Aldana (abogada y notaria, 11.º Fiscal General y Jefa del Ministerio Público de Guatemala), Sandra Morán (política y feminista), Heidy Juárez (deportista), Gaby Moreno (cantautora), Gisela Morales (deportista), Margarita Carrera (escritora), Nineth Montenegro (política).

Preguntas generadoras para el análisis

  • ¿Han escuchado hablar de la historiografía de las mujeres? ¿Creen que las mujeres y sus obras han sido invisibilizadas en la historia? ¿Por qué creen que no se las conoce?

Los movimientos feministas impulsan la revisión de la legislación y de las políticas que cristalizan en reformas que permiten que las mujeres tengan libertad y acceso a los derechos sobre el papel y en la vida cotidiana. Para ello se desarrollan herramientas como los sistemas de cuotas y otras medidas de acción positiva encaminadas a lograr la paridad en la representación y la equidad en otras esferas de la vida.

Notas[editar | editar código]

  1. VARELA, Nuria. Feminismo para principiantes. Ediciones B, Madrid, 2005.
  2. Betty Friedan.
  3. De Miguel, Ana. Feminismos, publicado en Celia Amorós (dir.) (2000) Diez palabras clave sobre mujer, Pamplona, Verbo Divino.

El género es un conjunto de valores, creencias e ideas sobre los comportamientos y actividades que en una determinada cultura son adecuados para las mujeres y los que son adecuados para los hombres, es decir, su identificación con la femineidad y con la masculinidad.

(En fonología) Destrezas fonológica que consiste en distinguir los distintos “sonidos” o fonemas.

Se refiere a las diferencias biológicas entre hombres y mujeres, las cuales vienen dadas por los cromosomas, las gónadas, las hormonas y los órganos sexuales. Es la corporalidad, el funcionamiento y forma del cuerpo. Es algo innato, biológico, que cambia de forma y funcionamiento de acuerdo a la edad.

Término introducido por Le Boterf, entendido como los conocimientos, procedimientos y actitudes que es preciso emplear para resolver una situación. Unos son recursos internos, que posee la persona, tales como conocimientos, procedimientos y actitudes

En sentido descriptivo, el estado legal que garantiza la pertenencia a una comunidad política o nación. Como tal, garantiza un conjunto de derechos y deberes para los miembros reconocidos como ciudadanos. Además, en sentido normativo, que es el que más importa educativamente, la ciudadanía implica la condición de participar activamente en los asuntos públicos, de modo autónomo y asumiendo las responsabilidades que le correspondan. Un ciudadano es alguien que pertenece plenamente a su comunidad, que tiene en virtud de ello ciertos derechos y los correspondientes deberes, y que participa activamente en la vida pública. Estatus legal que otorga un conjunto de derechos y deberes, pertenencia a una comunidad con una identidad propia y capacidad para participar son, pues, tres caracteres que definen una concepción actual de “ciudadanía”.

Las “promesas” que los miembros de un equipo hacen uno al otro sobre su comportamiento.

Son los pensamientos, sentimientos y comportamientos expresados dentro de un grupo particular, varía dependiendo de la cultura, la persona y la época