Subárea de Lenguaje Musical - Cuarto Grado

Descriptor

La música, entendida como lenguaje, es una forma de comunicación no verbal, que permite la codifi cación y decodifi cación de ideas a través de la articulación de relaciones sonoras. A partir de allí, genera creaciones individuales o grupales que transmiten pensamientos y sentimientos.

La subárea curricular de Lenguaje Musical orienta al docente en el desarrollo de los lineamientos que le servirán al estudiante para interpretar el signifi cado de cada uno de los signos y símbolos musicales que se presentan en una partitura. Refi ere la ejercitación a partir de la música misma, con diferentes niveles de difi cultad, para desarrollar las conciencias rítmica, melódica y armónica como base auditiva que le permiten expresar y compartir creaciones propias y de otros autores. Enfatiza el proceso integral de lecto- escritura musical, y busca superar la opción tradicional que destacaba la lectura en detrimento de la escritura, por lo que los ejercicios de lectura con secuencias rítmicas con diferentes fi guras musicales y en diferentes tiempos, contribuirá al desarrollo de la habilidad lectora al realizarse con sonidos musicales posteriormente.

La lectura y la escritura musical no constituyen fi nalidades en sí mismas, sino medios para la realización de una práctica musical más completa. Por lo tanto, se considera esta subárea como una posibilidad formativa que debe tomar un carácter funcional y eminentemente práctico como herramienta de enlace para la creación personal y para la interpretación vocal e instrumental.

Componentes

1. Sensopercepción auditiva: comprende el desarrollo auditivo de las conciencias rítmica, melódica y armónica, que aportan la base para la identifi cación del sonido de manera aislada y en contextos de relación con otros, sea por la altura, la duración, la intensidad, la secuencia, por superposición o por timbrística. Implica básicamente los procesos auditivos de comparar, distinguir, reconocer, transcribir y relacionar los sonidos. Considera el cuerpo, el movimiento y la expresión corporal como elementos fundamentales para el sentir y aprehender los distintos conceptos musicales, los cuales potencia a través de la audición.
2. Lecto-escritura musical aplicada al repertorio: tanto la lectura como la escritura cobran sentido en función del hacer música. La base para la ejercitación de las relaciones auditivas con las visuales, está en el uso de repertorios variados que impliquen tanto el cantar como el tocar mientras se lee. La escritura musical inicia con la etapa de reproducción de elementos rítmicos y melódicos a partir de la audición, y va desarrollándose paulatinamente mientras coexiste con la formulación de ideas musicales por parte de cada estudiante. Considera el hacer música como base fundamental en el aprendizaje de los conceptos musicales.
3. Creación musical: se refiere a la aplicación de todos los elementos de escritura musical, para la elaboración de composiciones musicales propias, según las necesidades del entorno. Implica la búsqueda de la expresión personal y favorece la consolidación de los conceptos musicales mientras familiariza al estudiante con la música misma entendida como un bien que él es capaz de producir y no únicamente de reproducir. El sentido de la escritura musical será verifi cado por la interpretación vocal o instrumental, fi nalidad que permitirá realizar correlaciones con otras subáreas curriculares y que mediante la transferencia reforzará los aprendizajes en las mismas. Considera la escritura musical como elemento natural que acompaña la formación y realización musical cotidiana de los estudiantes.

Malla Curricular

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Criterios de Evaluación

Los criterios de evaluación son enunciados que tienen como función principal orientar a los docentes hacia los aspectos que se deben tener en cuenta al determinar el tipo y nivel de aprendizaje alcanzado por los estudiantes en cada uno de los momentos del proceso educativo, según las competencias establecidas en el currículo. Puede decirse que funcionan como reguladores de las estrategias de aprendizaje-evaluación-enseñanza. Para esta subárea del currículo, se sugieren los criterios de evaluación presentados en el siguiente cuadro.

1. Interpreta música en la que aplica habilidades auditivas con evidente conciencia rítmica, melódica y armónica:
   • escribiendo al oído secuencias rítmicas y melódicas.
   • discriminando auditivamente grupos de sonidos ordenados consecutivamente.
   • describiendo, por audición, diferentes tipos de acordes.
   • ejecutando secuencias rítmicas y melódicas después de escucharlas.
2. Utiliza signos y símbolos en la lectoescritura musical:
   • identificando signos y símbolos musicales en melodías de distinto tipo.
   • expresando corporalmente secuencias rítmicas en forma individual o grupal.
   • reproduciendo, por lectura, secuencias rítmicas en forma individual, grupal, corporal o utilizando instrumentos de percusión rítmica.
   • transcribiendo secuencias rítmicas y melódicas.
   • percutiendo, mientras lee, diversos patrones rítmicos y melódicos.
   • anotando y leyendo diversos acordes que acompañan melodías dadas.
3. Crea obras musicales para comunicar sus ideas:
   • realizando combinaciones rítmico-melódicas propias.
   • socializando sus propias obras.
   • utilizando signos y símbolos musicales apropiadamente al escribir sus ideas musicales.
   • compartiendo e interpretando, solo o en grupo, las obras musicales que enmarcan sus ideas y sentimientos.

Bibliografía

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Conjunto de sonidos articulados con que el hombre manifiesta lo que piensa o siente (DRAE). Facultad que sirve para establecer comunicación en un entorno social, se le considera como un instrumento del pensamiento para representar, categorizar y comprender la realidad, regular la conducta propia y de alguna manera, influir en los demás.

Proceso mecánico mediante el cual se aprende a representar palabras y oraciones con la claridad necesaria para que puedan ser leídas por alguien que tenga el mismo código lingüístico. La escritura es la representación gráfica de nuestro lenguaje.

Capacidad o destreza para hacer algo bien o con facilidad.

Conjunto de experiencias, planificadas o no, que tienen lugar en los centros educativos como posibilidad de aprendizaje del alumnado. Una perspectiva tradicional acentúa el carácter de plan (con elementos como objetivos, contenidos, metodología y evaluación), frente a un enfoque práctico que destaca las experiencias vividas en el proceso educativo.