Textos y materiales educativos

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Los libros son ampliamente usados en los centros educativos[1] distingue entre libros de texto y libros escolares; los los primeros elaborados específicamente para la enseñanza y los segundos, empleados en la enseñanza, aunque no hubiesen sido creados para tal fin. Por ejemplo, el Ministerio de Educación elabora libros de texto para las principales áreas curriculares y los distribuye a los centros educativos de primaria; estos han sido diseñados específicamente para la enseñanza. En una escuela también pueden usarse libros de historias que no necesariamente fueron creados para el aprendizaje de la lectura, pero son usados para desarrollar la fluidez o comprensión lectora; estos últimos son libros escolares.

Por otra parte, los materiales educativos también son llamados “materiales didácticos” o “materiales curriculares”. Estos juegan un papel importante en los centros educativos pues se usan para facilitar el aprendizaje. Los materiales pueden presentarse en formato impreso, audiovisual o digital. Algunos ejemplos son las guías didácticas, libros, audilibros, audiotextos, videos, software, entre otros.

Los materiales educativos son importantes en el sistema educativo porque los docentes los usan en el aula como un recurso de aprendizaje. Cuando Gimeno (1991.10) los define, afirma que estos son “cualquier instrumento u objeto que pueda servir como recurso para que, mediante su manipulación, observación o lectura se ofrezcan oportunidades de aprender algo, o bien su uso intervenga en el desarrollo de alguna función de la enseñanza. Es decir, los materiales comunican contenidos para su aprendizaje y pueden servir para estimular y dirigir el proceso de enseñanza/aprendizaje, total o parcialmente”.

Por su parte, Percerisa [2] p. 27 sostiene que estos son “cualquier tipo de material destinado a ser utilizado por el alumnado y los materiales dirigidos al profesorado que se relacionen directamente con aquellos, siempre y cuando estos materiales tengan como finalidad ayudar al profesorado en el proceso de planificación y/o desarrollo y/o evaluación del currículum”.' Se entiende que los materiales educativos abarcan los libros de texto, rotafolios, megalibros, antologías, audiolibros, audiotextos, materiales de lectura, audiovisuales, aplicaciones, carteles y otros que puedan usarse en la enseñanza/aprendizaje.

Debido a su uso en el aula para el aprendizaje, es importante que los materiales educativos, incluyendo libros de texto, integren el enfoque de género para promover una sociedad equitativa. Esta inclusión es importante porque la educación es una de las herramientas para difundir los roles de género; por eso, deben evitarse estereotipos donde las mujeres y hombres presenten relaciones de desigualdad, de opresión o de subordinación.

Notas[editar | editar código]

  1. Alzate, M. V. (2000). ¿Cómo leer un texto escolar? Revista Ciencias Humanas.
  2. Parcerisa, A. (1996). Materiales curriculares. Cómo elaborarlos, seleccionarlos y usarlos. Barcelona: Grao.

(En lectura). Capacidad de leer un texto con entonación, ritmo, precisión y velocidad adecuada. El propósito de desarrollar la fluidez es lograr que la decodificación sea automática, para facilitar la comprensión.

(En escritura). Se refiere a la automatización de los movimientos de escritura. Si el estudiante escribe con fluidez puede concentrarse en la producción de textos.

Aplicar estrategias para entender y recordar. Implica estar en capacidad de comunicar lo que se ha leído y escuchado.

Es un libro de tamaño semejante al de un periódico, de cuatro a dieciséis páginas, aproximadamente, para ser leído con un grupo grande de estudiantes.

Consiste en identificar, cuestionar, reflexionar, analizar y tener en cuenta las diferencias y desigualdades entre mujeres y hombres, así como sus diferentes situaciones de partida, necesidades básicas e intereses estratégicos a la hora de diseñar y planificar cualquier actividad, proyecto, programa o política.

El género es un conjunto de valores, creencias e ideas sobre los comportamientos y actividades que en una determinada cultura son adecuados para las mujeres y los que son adecuados para los hombres, es decir, su identificación con la femineidad y con la masculinidad.