El manejo de la Caja de Herramientas

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La metodología innovadora del IIARS[editar | editar código]

La metodología innovadora del IIARS se centra en la pregunta como principio de aprendizaje. Desde este enfoque, el aprendizaje se produce en el momento en que la o el estudiante duda y cuestiona, reflexiona, relaciona, problematiza y reconoce diferentes perspectivas y sentimientos frente a los hechos. En el proceso de búsqueda de respuestas, las y los estudiantes revisan sus propios esquemas mentales, plantean nuevas preguntas y encuentran algunas explicaciones respecto al mundo en el que viven aunque saben que siempre hay algo nuevo por descubrir.

Renunciando a la tradición de “depositar conocimiento”,[1] la metodología del IIARS promueve una educación en la que se facilita a las y los estudiantes un abanico de informaciones con las que éstos pueden construir su análisis crítico de la historia del país y la realidad social para que estén en capacidad de crear y recrear diferentes perspectivas sobre los temas.

Por abordar temas sensibles y que pueden ser conflictivos, como el racismo y la discriminación, la exclusión o la historia reciente marcada por el Conflicto Armado Interno, la metodología que se propone se orienta entre otras cosas, a relacionar los contenidos con las emociones; explorar la identidad propia y la de otros para provocar empatía y respeto; crear ambientes propicios para compartir experiencias dejando a un lado el miedo y la desconfianza para crear cohesión y reconstruir el tejido social.

Debido a que en Guatemala, las discusiones sobre el Conflicto Armado Interno muchas veces se dirigen a la confrontación y polarización, se enfatiza en el diálogo constructivo y no violento como destreza fundamental, asegurando las posibilidades para que las y los participantes expresan libremente sus opiniones y sentimientos, puedan poner en duda sus esquemas mentales rígidos y se permitan a abrirse a escuchar las ideas de otras personas y construir nuevas narrativas de la realidad.

Con las técnicas propuestas, se busca que las personas partan de las emociones y las experiencias personales más profundas para llegar a la raíz de las opiniones y posturas frente a los temas. Para ello la confianza y la motivación son condiciones fundamentales del aprendizaje.

El proceso de aprendizaje sobre el Conflicto Armado Interno puede variar entre las y los estudiantes según sus experiencias familiares por lo que se requiere de mucha sensibilidad y apertura por parte del docente; es por ello que en esta propuesta metodológica se invita a las y los docentes a tomar el desafío de educar para la aceptación de la diferencia y la diversidad de experiencias y perspectivas, sin que éstas sufran descalificación alguna.

Escuchando y aprendiendo.png

La lógica de la Caja de Herramientas[editar | editar código]

Como se podrá observar más adelante en el texto, la Caja de Herramientas está organizada en tres etapas o módulos, cada una de ellos con sus respectivos contenidos y con un conjunto de técnicas para desarrollarlos. Aunque acá se presenta un orden, las y los docentes son libres de seleccionar las técnicas que consideren apropiadas y crear sus propias rutas.

Frente a un conflicto existen diversas maneras de responder. Para enfrentarlo de una manera eficiente y constructiva es necesario aplicar estrategias como la escucha activa y el diálogo, además de un genuino interés por mantener relaciones pacíficas. Esto resulta un reto en una sociedad como la guatemalteca donde las actitudes y las acciones cotidianas están permeadas por la violencia vivida en la historia reciente y donde se ha naturalizado y legitimado el uso de la violencia para resolver cualquier tipo de conflicto interpersonal o incluso los de carácter nacional. Transformar esta situación requiere de muchos elementos.

Con la convicción de que el abordaje de este tema no es tarea fácil, el IIARS propone varias estrategias a tomar en cuenta. A esta parte hemos denominado “la lógica de la Caja de Herramientas” pues es el hilo conductor de la propuesta conceptual y pedagógica.

Profesores leen hojas en el suelo.png

Estrategia Ver y sentir[editar | editar código]

Se crean las condiciones adecuadas, necesarias para el trabajo grupal. La conciencia del tema y el reconocimiento de las emociones que evoca son condiciones necesarias para una comprensión del contenido del Conflicto Armado Interno, así como de la capacidad para manejar conflictos interpersonales. Ambos procesos (“Ver” y “Sentir”) ocurren paralelamente.

Ver para: Sentir para:
Poner el tema sobre la mesa para romper el silencio;

Tomar conciencia de la experiencia y la posición individual frente a otras distintas;

Ubicar las posiciones personales en un sistema de pensamiento más amplio y procurar trascender las verdades y/o explicaciones únicas;

Reconocer que así como en la perspectiva personal hay una “lógica” con sus propias causas e influencias, las perspectivas de otras personas también la tienen;

Desmecanizar la reacción intolerante a las opiniones de otras personas;

Reflexionar sobre las otras opiniones desde sus propias lógicas y razones procurando evitar valoraciones anticipadas.

Asumir las emociones y sentimientos heredados del Conflicto Armado Interno y compartirlos con otras personas como parte de un proceso de sanación;

Liberar el cuerpo. El silencio, el miedo y la desconfianza se manifiestan en el cuerpo de las personas que lo sufren por lo que “desmecanizarlo” resulta fundamental para el proceso de aprendizaje;

Tomar confianza y sentir empatía con las otras personas;

Asumir una actitud de apertura y disposición;

Evocar la memoria familiar.

Estrategia Conocer[editar | editar código]

Tener acceso a información sobre el Conflicto Armado Interno, analizarla críticamente y entablar diálogos con otras personas sobre ella permite a las y los estudiantes comprenderlo con más profundidad, convirtiéndose en una herramienta importante para ejercer una ciudadanía responsable con la construcción de una convivencia más pacífica y respetuosa de las diversidades.

Conocer para:
Identificar los hechos, los actores, las causas y consecuencias más importantes del Conflicto Armado Interno, tomando en cuenta su naturaleza multidimensional y multicausal;

Identificar la conflictividad a lo largo de la historia y el uso de la violencia como medio para enfrentarla, analizando sus resabios en el presente;

Analizar el conjunto de elementos que confluyeron en el espiral de violencia ocurrido durante el Conflicto Armado Interno;

Aprender a analizar y a pensar críticamente;

Valorar y aprender de la memoria familiar y comunitaria.

Estrategia Poner en práctica[editar | editar código]

Se trabaja en la búsqueda de una comunicación auténtica y no violenta entre las personas al comprender la dinámica de los conflictos y su transformación.

Poner en práctica para:
Relacionar patrones de violencia ejercidos durante el Conflicto Armado con las formas de relaciones interpersonales que se dan en el presente y las formas de resolver los conflictos;

Entender los conflictos interpersonales a partir de analizar diferentes actitudes, emociones y conocimientos sobre un conflicto para una convivencia pacífica;

Reconocer que las actitudes y emociones de los actores de un conflicto se encuentran tanto en conflictos personales como en los sociales. Por esta razón es necesario aprender a manejar el conflicto a nivel personal para estar en mejores condiciones de manejar los conflictos a nivel social;

Identificar e intercambiar los aportes que cada persona desea o puede contribuir a la convivencia pacífica.

Competencias a desarrollar[editar | editar código]

Tomando como base la estrategia propuesta antes, esta Caja de Herramientas se propone desarrollar las siguientes competencias:

Las y los estudiantes:

  1. Identifican y analizan críticamente el uso de la violencia para la resolución de conflictos y aplican herramientas para la identificación, comprensión y manejo de conflictos en los espacios en los que viven y se desenvuelven asumiendo una actitud ciudadana comprometida con una convivencia pacífica y respetuosa de la diversidad.
  2. Utilizan el conocimiento histórico para comprender el presente y con ello contar con más criterios para tomar decisiones en el futuro.

Para el desarrollo de estas competencias, se presentan los siguientes módulos con sus respetivas rutas de contenidos:

Módulo Contenidos
Declarativo Procedimental Actitudinal
Módulo 1: Nuestra vivencia del Conflicto Armado Interno (CAI) Escucha activa y comunicación constructiva

Diversidad de experiencias y perspectivas

Diálogo y escucha activa

Pensamiento crítico

Reflexión

Apertura y disposición al conocimiento Empatía Respeto y tolerancia
Módulo 2: El Conflicto Armado Interno en Guatemala Eventos, actores, causas, consecuencias y mecanismos de violencia utilizados durante el Conflicto Armado Interno Modelo de escalada de violencia de Gregory Stanton

Modelo de tipos de responsabilidad (culpa) de Karl Jaspers Justicia transicional

Acuerdos de paz

Pensamiento crítico

Diálogo y escucha activa Análisis Aplicación de instrumentos de análisis Respeto y tolerancia
Módulo 3: Transformar conflictos para una convivencia pacífica Conflicto

Emociones y sentimientos, actitudes, reacciones y formas de enfrentar los conflictos Posiciones, intereses y necesidades de actores en un conflicto

La negociación

Modelo de las dimensiones de la convivencia pacífica

Diálogo y escucha activa Transformación de conflictos Respeto y tolerancia Actitud propositiva

La necesidad de una facilitación ordenada, cuidadosa y sensible[editar | editar código]

Indicaciones y sugerencias[editar | editar código]

En la presente Caja de Herramientas se propone una serie de técnicas para abordar el Conflicto Armado en Guatemala y la resolución de conflictos, con estudiantes en las aulas. Las técnicas también pueden ser aplicadas con otros docentes, padres de familia y otros miembros de la comunidad educativa interesados en conocer y dialogar sobre el tema. A continuación encontrará algunas recomendaciones generales para la implementación de las técnicas. Por favor léalas y tómelas en cuenta durante todo el proceso.

En el período preparatorio

  • Es necesario revisar con atención toda la Caja de Herramientas para tomar en cuenta todas las opciones que ofrece. Leer el libro de contenidos del Conflicto Armado y explorar el CD con materiales complementarios, los videos y el juego de afiches. Estudiar la información será de mucha ayuda a la hora de facilitar las técnicas pues se tendrá más capacidad para argumentar y responder a las dudas que surjan entre estudiantes.
  • Luego de revisar, seleccionar las técnicas que se desea aplicar tomando en cuenta los materiales que requieren, el tiempo y sobre todo, si coincide con los contenidos del Curso que se imparte.
  • Utilizar este manual como guía en el momento de llevar a cabo una técnica o bien, trasladar la información a los formatos de planificación habituales.

Para el desarrollo de los períodos de clase

  • Es necesario tener listos y a la mano los materiales que se utilizarán, así como el manual o la planificación utilizada, aún cuando se tenga mucha claridad de lo que se va a realizar. El plan puede ser muy útil para recordar los detalles, el control del tiempo y las preguntas que guíen las reflexiones.
  • Se recomienda tener a la vista los conceptos más importantes, las ideas de las y los estudiantes, las preguntas que surjan en el grupo y las síntesis de las discusiones; esto se puede apuntar progresivamente en el pizarrón, en papelógrafos o en tarjetas. Tener a vista esta información reafirma lo que muchas veces sólo se menciona oralmente.
  • Cada vez que se aplique una técnica es fundamental abrir un espacio para la reflexión. Las técnicas no alcanzan sus objetivos si no son reflexionadas a la luz de las realidades que viven las y los estudiantes. Estos momentos son clave para motivar y practicar el diálogo, resolver dudas y dejar claros algunos puntos importantes.
  • Después de cada sesión de trabajo, se recomienda elaborar una pequeña evaluación personal, procurando registrar las reflexiones que se hayan generado, las anécdotas contadas, las dudas, etc. Esta información será muy útil para la evaluación, la cual deberá estar centrada en la forma en que las y los estudiantes van desarrollando habilidades para identificar, analizar y transformar conflictos a su alrededor y no tanto en el contenido sobre el tema.

¿Cómo manejar situaciones emocionales que se presenten al abordar el tema?[editar | editar código]

En el aprendizaje sobre el Conflicto Armado Interno pueden aflorar muchas emociones. Es posible que algunas personas no sientan ninguna vinculación con el tema y éste no les afecte directamente, sin embargo hay muchas personas a quienes les provoca sentimientos como tristeza o enojo.

En Guatemala, muchas familias no han tenido la posibilidad de hablar abiertamente sobre su experiencia durante el Conflicto Armado Interno o el recuerdo de éste se manifiesta aún como una experiencia traumática. Frente a ello, existe una gran necesidad de abrir espacios para el intercambio de experiencias y el diálogo. Aunque muchas veces esto causa temor pues se tiene la impresión de que se “abren heridas del pasado”, en realidad las heridas siguen latentes y hablarlo puede ser parte de un proceso de sanación.

Para esto, las y los docentes están llamados a aplicar una facilitación sensible. Contrario a la creencia generalizada de que esto puede ser realizado únicamente por profesionales de la psicología, desde la propuesta del IIARS se considera que las y los docentes, en su papel de formadores de ciudadanos y ciudadanas, tienen un papel fundamental en esta tarea. De hecho, consideramos que cualquier persona con la disposición de escuchar con empatía a otros, puede estar en posibilidades de acompañarle en su dolor y hacerle sentir comprendido pues se trata de una respuesta humana.

Muchas veces algunas familias que sufrieron de manera directa las consecuencias del Conflicto Armado Interno prefieren evitar, con su silencio, que sus descendientes conozcan lo ocurrido pues no desean que sufran el mismo dolor. Sin embargo, las niñas y los niños perciben el dolor de sus padres, abuelos y abuelas y en muchas ocasiones sienten la carga de no poder ayudarles. Frecuentemente se sienten indefensos e impotentes porque el trauma no ha sido nombrado ni tratado como tal.

Por otro lado, los descendientes de quienes participaron directamente en el Conflicto en fuerzas de seguridad, gobierno, ejército, organizaciones guerrilleras y otros, pueden desconocer de la participación de sus familiares y los grados de responsabilidad que tuvieron en los hechos, pues es muy frecuente que los padres guarden silencio para protegerse o por miedo a ser descalificados por la sociedad. En los casos en los que se desconoce lo ocurrido o la información es superficial, abordarlo en la escuela puede ser un reto pues generalmente surge mucha curiosidad en las y los estudiantes y las discusiones y dudas son llevadas al hogar.

Pese a las dificultades, si se aborda en un clima de respeto y comprensión, la experiencia puede ser muy enriquecedora para las y los estudiantes y sus familias. Para esto, la comunicación constructiva[2] y la empatía son fundamentales. Por empatía se entiende “una respetuosa comprensión de la vivencia de los demás”. Aunque este es uno de los valores que se consideran más importantes, en la práctica es más difícil aplicarla de lo que parece.

¿Para qué sirve la empatía?[editar | editar código]

Carl Rogers describió el efecto de la empatía en las personas que la reciben, así: “Cuando [...] alguien te escucha realmente sin juzgarte, sin tratar de responsabilizarse de ti, ni querer cambiarte, sientes algo maravilloso [...] Cuando me prestan atención, me escuchan, soy capaz de percibir mi mundo de una manera nueva y seguir adelante”. “La capacidad de brindar empatía a las personas [...] puede neutralizar la violencia potencial” (Rosenberg: 35).

El enojo y la tristeza son emociones fuertes y son válidas. Las y los estudiantes tienen razones profundas para sentir estas emociones y la empatía es una herramienta muy útil, tanto para la persona que escucha como para la persona que se expresa. La empatía ayuda a percibir a los otros –por ejemplo, a quienes se considera como enemigos– como humanos y no como monstruos.

¿Cómo se puede manejar estas situaciones emocionales?[editar | editar código]

Rogers también explica: “En lugar de ofrecer empatía, solemos ceder a la fuerte urgencia que sentimos de dar consejos o tranquilizar a nuestro interlocutor y de explicarle cuál es nuestra opinión o cómo nos sentimos. La empatía, sin embargo, exige de nosotros que vaciemos nuestra mente y escuchemos con todo nuestro ser a la otra persona” (Rosenberg: 32).

Muchas veces se cree que la persona espera que se le ofrezca una solución para sentirse mejor. En otras ocasiones se reacciona por instinto con un “pero” que profundiza la confrontación en vez de ofrecer una empatía real.

“El elemento clave de la empatía es la presencia, la capacidad de estar totalmente presentes con la otra persona y lo que está sintiendo” y no la respuesta inmediata o la búsqueda de una solución. En la práctica eso significa que es necesario escuchar los sentimientos y las necesidades de la otra persona.

En ciertas ocasiones, una mirada con mucha atención, acercar un vaso de agua o un pañuelo, o dar una palmada en el hombro como signo de empatía, puede ayudar a aliviar el dolor que se está experimentando, pues la persona sabe que hay alguien que está escuchando y que se interesa por lo que tiene que compartir.

Una estrategia para asegurar que se comprendió la información compartida es repetirlo con las propias palabras; esto a su vez, ayuda a que quien está expresándose reflexione lo dicho y/o pueda corregir o profundizar en su idea.

Frente a emociones fuertes como el enojo, otra estrategia útil puede ser la repetición de las ideas expresadas por alguien, haciendo preguntas:

Estrategia
Repetir lo observado Repetir lo que la persona está sintiendo y sus necesidades Repetir lo que los otros están pidiendo
“Puedo observar que estás enojado ¿tu reacción se debe a que se expresan aquí posiciones distintas a la tuya?” “¿Te sientes herido (o triste) porque te recuerdas de los hechos y de los momentos en que tu familia necesitó protección?” “¿Te gustaría que te explicara alguien por qué pasó lo que pasó?”

El objetivo de interrumpir con estas preguntas “no es reclamar un espacio para nuestra expresión, sino ayudar a la persona que habla a conectarse con la energía vital que se esconde detrás de lo que dice”. En muchas ocasiones “la gente no se da cuenta de que necesita empatía y tampoco entiende que es más probable que la reciba al expresar sus sentimientos [...] actuales que contando injusticias y penas del pasado”.

Parafrasear, o repetir con nuestras palabras, es otra estrategia útil en estas situaciones. Para ello el tono de voz que se utiliza es muy importante ya que la persona que se está expresando es susceptible de percibir el más mínimo matiz de crítica o sarcasmo. También puede afectarle un tono que sugiera que estamos definiendo lo que pasa en su interior. Es por ello que Rogers afirma que “cuando prestamos una atención consciente para saber cuáles son los sentimientos y necesidades de los demás, nuestro tono de voz revelará que estamos preguntando si comprendimos bien sus palabras y no que estamos afirmando que las entendimos”.

“Detrás de todas las palabras que hemos permitido que nos intimiden no hay más que seres humanos con necesidades insatisfechas que nos piden que contribuyamos a sus bienestar. Siempre que escuchemos lo que los demás nos dicen manteniendo esta actitud, no nos sentiremos ofendidos por lo que puedan decirnos. Sólo nos sentimos deshumanizados cuando nos quedamos atrapados en imágenes despectivas de otras personas o en ideas negativas con respecto a nosotros mismos. Nos sentimos bien cuando empezamos a tomar como un regalo lo que nos dicen los demás y comenzamos a ver lo que antes habíamos interpretado como una crítica o una acusación, como la oportunidad de ayudar a alguien que sufre”.

En el aula es importante agradecer a los estudiantes cuando comparten sus experiencias dolorosas o las de sus familias. Probablemente les cueste mucho hablar sobre estos hechos dolorosos y hasta se sientan avergonzados.

La empatía requiere que las y los estudiantes reciban la “oportunidad de expresarse plenamente”. Si seguimos con mucha rapidez con el tema, se corre el riesgo de prestar atención a los sentimientos. Para ello es posible comprobar si comprobar la persona que se está expresando ha recibido la empatía necesaria. Algunas señales pueden ser que “la tensión se libera” o cuando se da un silencio porque ya se dijo lo que se necesitaba decir. Si queda alguna duda, siempre se puede preguntar: “¿Te gustaría agregar algo más?”

Debemos ser conscientes también de que habrá estudiantes que no querrán compartir sus emociones, sus historias o sus opiniones. Cada persona tiene el derecho de callar cuando se discuten temas tan sensibles, delicados y conflictivos. Si esto ocurre, seguramente las personas tienen razones profundas que les limitan expresarse. Hay que respetarlo y expresar la disponibilidad por si quiere expresase más tarde o en un ambiente más privado.

También hay situaciones en que no logramos crear la empatía necesaria, por ejemplo si las emociones que se presentan contradicen las propias. Especialmente en el tema del Conflicto Armado Interno las posiciones pueden variar y entrar en conflicto con las memorias familiares; puede ser doloroso escuchar el punto de vista de personas que requieren empatía para el actor que se consideró enemigo durante el Conflicto Armado. En este caso, nuestra capacidad para la tolerancia y la empatía realmente se pone a prueba.

También es válido que en algunos casos se sienta imposibilidad de ofrecer empatía e incluso se adquiera una actitud a la defensiva. Para ello se puede responder de las siguientes maneras:

Concentrarse por un momento en las propias emociones y ofrecernos empatía a nosotros/as mismos/as. Expresar la propia necesidad de empatía a las y los estudiantes, es decir, expresar abiertamente que lo dicho afectan nuestra perspectiva y las propias emociones y que se necesita un momento para asimilar las cosas. Retirarse físicamente de la situación. “De esa forma nos concedemos un respiro y la oportunidad de recuperar la empatía que necesitamos para poder volver más tarde en mejores condiciones para enfocar la situación de un modo diferente”.

El abordaje del Conflicto Armado Interno es un verdadero reto para las y los docentes. Tanto para quienes no creen tener una relación con el tema, como para quienes tienen una relación directa con él, pues el contenido y las discusiones pueden hacer aflorar muchas emociones. Es por ello que cada docente debe tener muy consciente su situación personal y dar un tratamiento a las emociones y sentimientos experimentados y reconocerse como sujetos de esa historia y no únicamente como responsables de transmitirlo a las nuevas generaciones. Puede ser de gran ayuda si tenemos docentes aliados con quienes podamos compartir las experiencias o mejor aún, si se trata de un proyecto del centro educativo y todo el cuerpo docente asume el reto.

Una clave es asumir la perspectiva de que incluso las ideas contrarias, las discusiones y debates pueden contribuir a la profundización del análisis del tema desde diferentes perspectivas, siempre que se realice en un clima de respeto. Si ocurre esta situación, estaremos presentando a las y los estudiantes una imagen muy real de la realidad guatemalteca y de la diversidad característica de todas las sociedades. El reto estará en transitar de las formas autoritarias de enfrentar la diferencia y el conflicto, hacia formas más democráticas. En este sentido, más allá de abordar el tema del Conflicto Armado, estaremos desarrollando competencias orientadas a la construcción de ciudadanía.

Profesoras en taller - Judith.png

Notas[editar | editar código]

  1. En su Pedagogía del oprimido, Paulo Freire llamaba “educación bancaria” a aquella que se caracteriza por trasladar (depositar) información en la mente de las y los estudiantes dando, poco lugar al pensamiento crítico.
  2. Marshall Rosenberg: Comunicación no violenta.

Término utilizado, a menudo, como un saber hacer. Se suele aceptar que, por orden creciente, en primer lugar estaría la habilidad, en segundo lugar la capacidad, y la competencia se situaría a un nivel superior e integrador. Capacidad es, en principio, la aptitud para hacer algo. Todo un conjunto de verbos en infinitivo expresan capacidades (analizar, comparar, clasificar, etc.), que se manifiestan a través de determinados contenidos (analizar algo, comparar cosas, clasificar objetos, etc.). Por eso son, en gran medida, transversales, susceptibles de ser empleadas con distintos contenidos. Una competencia moviliza diferentes capacidades y diferentes contenidos en una situación. La competencia es una capacidad compleja, distinta de un saber rutinario o de mera aplicación.

(En fonología) Destrezas fonológica que consiste en distinguir los distintos “sonidos” o fonemas.

Es la unidad de las ideas que se logra cuando estas se vinculan mediante recursos lingüísticos como palabras de enlace, palabras clave o pronombre, entre otros.

Habilidad, facilidad o arte para hacer algo bien hecho.

En sentido descriptivo, el estado legal que garantiza la pertenencia a una comunidad política o nación. Como tal, garantiza un conjunto de derechos y deberes para los miembros reconocidos como ciudadanos. Además, en sentido normativo, que es el que más importa educativamente, la ciudadanía implica la condición de participar activamente en los asuntos públicos, de modo autónomo y asumiendo las responsabilidades que le correspondan. Un ciudadano es alguien que pertenece plenamente a su comunidad, que tiene en virtud de ello ciertos derechos y los correspondientes deberes, y que participa activamente en la vida pública. Estatus legal que otorga un conjunto de derechos y deberes, pertenencia a una comunidad con una identidad propia y capacidad para participar son, pues, tres caracteres que definen una concepción actual de “ciudadanía”.

Capacidad o disposición que ha desarrollado una persona para afrontar y dar solución a problemas de la vida cotidiana y a generar nuevos conocimientos. Es la capacidad para actuar de manera pertinente ante una situación compleja, movilizando de manera integrada los recursos necesarios para resolverla de modo adecuado.Tiene una doble dimensión: a) posesión de un conjunto de recursos o capacidades (cognitivos, de procedimientos y de actitudes), y b) capacidad para movilizarlos en una situación de acción.

Fase de desarrollo o puesta en práctica de un currículum o programa educativo. Comprende el conjunto de procesos encaminados a adaptar el plan innovador. Puede ser juzgada en función de su “fidelidad” al diseño oficial o, por el contrario, por la adaptación propia que se hace a los contextos específicos.

En el continuo de coaching es el rol de ser muy directo y enseñar, mostrar, guiar, etc.

Espacio vital en el que se desarrolla el ser humano. Conjunto de estímulos que condicionan al ser humano desde el momento mismo de su concepción.

Sistema social para expresar ideas y manifestarlas al prójimo. Este sistema existe dentro de un entorno social (sistema social) y un sistema lingüístico (ejemplos son el español, francés, k’iche’, kaqchikel, etc.) Tienen que existir ambos sistemas para que pueda existir la comunicación.