Un ambiente acogedor

Un niño debe sentirse atraído hacia la escuela, de la misma manera que reacciona cuando la cara de una madre les da la bienvenida con una amplia sonrisa y ojos cariñosos. El edificio de la escuela y los jardines pueden transmitir esta misma sensación. También damos la bienvenida a los estudiantes en el aprendizaje con nuestra actitud entusiasta y positiva hacia ellos.

Los niños son muy visuales. Se deleitan y prosperan en ambientes que evocan placer, comodidad y seguridad. La respuesta de un bebé al rostro amoroso de su madre es un ejemplo básico.

Los edificios y terrenos de una escuela anuncian una bienvenida a los estudiantes. Cuando un niño se acerca a los terrenos de la escuela, ¿estimula dicha área su intención de juego y curiosidad naturales? Un color brillante, un rostro expresivo o un objeto interesante atraen naturalmente a un niño hacia ellos. Sin embargo, la mayoría de los edificios escolares no tienen estas cualidades.

Deseamos tan desesperadamente que nuestros niños acepten la educación con entusiasmo, sin embargo, no nos damos cuenta de que los edificios sin emoción, poco acogedores pueden ser la primera impresión del aprendizaje para un niño.

Evalúe el entorno de su escuela. Si un niño no se siente atraído por la educación, entonces trabaje duro para crear ese interés. ¿Transmite una sensación de aventura, curiosidad, diversión o emoción? Un niño debe ser atraído al edificio, curioso acerca de lo que la gente en el interior tiene en reserva para ellos.

Cambiar la sensación de su edificio de la escuela y su terreno no es difícil, ni toma mucho dinero, si acaso se necesita. Involucrar a los niños para ayudar a lograr esto podría ser un maravilloso proyecto escolar para ellos y aumentar su sentido de propiedad de su experiencia escolar. Haga que los estudiantes creen obras de arte para adornar el exterior de la escuela. Ellos le mostrarán los colores y las formas que los atraen. La misma idea se puede utilizar para los terrenos de la escuela. Deje que los estudiantes decoren los terrenos. Un efecto colateral de este incremento en la apropiación por los estudiantes será menos agresiones, menos vandalismo y menos ausentismo. La escuela se convertirá en un lugar seguro y acogedor. Los profesores y el personal también sentirán esta nueva energía y esto conducirá también a mejores hábitos de trabajo en ellos.

Otra forma básica en que una escuela puede transmitir esta sensación de acogida y seguridad es al estar limpia y ordenada. Los niños ven el mundo desde un nivel muy diferente al de los adultos. El desorden transmite un fuerte mensaje de una administración indiferente. Los lugares inmundos y desorganizados también crean un peligro real y un daño potencial para los estudiantes, cuya naturaleza física está llena de energía y comportamiento impulsivo.

El entorno físico de la escuela suele dar la primera impresión de bienvenida a los estudiantes. Las actitudes de los adultos refuerzan el mensaje de bienvenida y seguridad. Considere a sus estudiantes como regalos que entran en su vida cada día. Sonríales, felicítelos por estar en la escuela y ofrézcales un saludo positivo.

Lecturas sugeridas

1. Couchenor, D.; Chrisman, K. 2003. Families, schools, and communities: together for young children. Florence, KY: Delmar Learning.
2. Hopkins, G. 2005. Does your school’s atmosphere shout “Welcome!”? Education World. http://www.education-world.com/a_admin/admin/admin424.shtml
3. Hulley, W.; Dier, L. 2005. Harbors of hope: the planning for school and student success process. Bloomington, IN: National Educational Service.
4. Mayer, J. 2004. Welcoming and retention of students. Mayer’s memo, vol. 16, no. 8.