Inicio, medio y final
Esta rutina es un trampolín para la exploración imaginativa. Utiliza el poder de la narrativa para ayudar a los escolares a formular observaciones y usar su imaginación para elaborar y ampliar sus ideas. El énfasis en la narración también los anima a establecer relaciones y a encontrar patrones y significados.
Consiste en formular las siguientes preguntas:
- Si esta obra fuera el comienzo de una historia, ¿qué podría pasar a continuación?
- En caso de que estuviera en medio de una historia, ¿qué podría haber ocurrido antes?, ¿qué podría suceder después?
- Si esta obra fuera el final de una historia, ¿cuál sería la historia? Usa tu imaginación.
¿Cuándo y dónde se puede aplicar esta rutina?[editar | editar código]
Es idónea para ayudar a desarrollar narraciones o habilidades de escritura. Las preguntas se pueden usar de forma abierta o en el orden descrito. Si se quiere vincular la obra de arte con un tema en el currículo las preguntas se pueden enlazar a éste; por ejemplo, si se está estudiando la densidad de población puede pedirse a los estudiantes que mantengan el tema en mente cuando imaginen sus historias. Para hacer más profundas las narraciones de los estudiantes, el maestro puede comenzar con la rutina “Diez veces dos”, para ayudarlos a generar un lenguaje descriptivo en sus historias.
Consejos para el uso de esta rutina:[editar | editar código]
El profesor debe dar tiempo para que observen antes de empezar a escribir o a hablar. Si lo desea, puede tomar unos minutos para pedir a la clase que, en conjunto, nombre algunos elementos de la obra antes de pensar individualmente sobre una historia. Si los estudiantes van a escribir, pueden comentar sus ideas con un compañero antes de empezar a hacerlo. También pueden redactar en parejas. Si la rutina se hace verbalmente pueden contar historias por separado, hacer este trabajo en parejas, o imaginar la historia en pequeños grupos. También se puede imaginar una historia con la participación de toda la clase, pidiendo a un alumno que comience la historia y a los demás que la vayan desarrollando.
Proceso mecánico mediante el cual se aprende a representar palabras y oraciones con la claridad necesaria para que puedan ser leídas por alguien que tenga el mismo código lingüístico. La escritura es la representación gráfica de nuestro lenguaje.
Conjunto de experiencias, planificadas o no, que tienen lugar en los centros educativos como posibilidad de aprendizaje del alumnado. Una perspectiva tradicional acentúa el carácter de plan (con elementos como objetivos, contenidos, metodología y evaluación), frente a un enfoque práctico que destaca las experiencias vividas en el proceso educativo.
Conjunto de sonidos articulados con que el hombre manifiesta lo que piensa o siente (DRAE). Facultad que sirve para establecer comunicación en un entorno social, se le considera como un instrumento del pensamiento para representar, categorizar y comprender la realidad, regular la conducta propia y de alguna manera, influir en los demás.