Introducción
Pablo se despertó muy temprano, pero lo único que tiene en la mente es que no quiere ir a la escuela. Tiene miedo de entrar, porque desde hace algún tiempo, uno de los niños de su clase lo ha estado molestando. Cada mañana al entrar a su clase, Luis y otros compañeritos lo insultan y le dicen que es un tonto. Lo peor es que todos los niños se ríen y se burlan de él. No se atreve a contárselo a la maestra y mucho menos a sus papás, porque ya lo amenazaron con que si dice algo, le van a pegar. En el recreo no se junta con nadie, porque los demás niños creen que si le hablan, Luis “la va a agarrar” en contra de ellos también. A Pablo no le va muy bien en sus notas, le cuesta poner atención y no le dan ganas de hacer los deberes. Cuando está solo en su casa se esconde para llorar. Lo último que le hicieron es que le quitaron sus zapatos y se los escondieron. Se tuvo que regresar descalzo a su casa. ¡Vaya regañada la que le dio su mamá!
“En este mundo no se puede confiar en nadie”, piensa Pablo.