Enseñar metacomprensión en los primeros grados
La metacomprensión puede y debe enseñarse desde los primeros años, aunque antes de los ocho años se dificulte a los niños usarlas por sí solos [1] citados en Gutierrez-Braojos & Salmerón Pérez, 2012. En los primeros años, debe considerarse especialmente el desarrollo del lenguaje oral y utilizar la metacomprensión, cuando se hace lectura en voz alta a los niños (ver parte I). Israel (2007; citado en Gutierrez-Braojos & Salmerón Pérez, 2012) sugiere enseñar las siguientes estrategias en los primeros grados de la primaria:
Tipo de estrategia metacomprensiva | Actividades durante la lectura en voz alta a los niños |
Planificación | Preguntar sobre lo que saben del tema (activar conocimientos previos). |
Uso de estrategias | Preguntar de qué podría tratar el texto, para elaborar una idea global de lo que dice. Hacer predicciones simples con los estudiantes. |
Automonitoreo | Preguntar o promover que los estudiantes se pregunten si van entendiendo lo leído. |
En los primeros grados, el modelamiento del docente y la regulación externa ayudan a los estudiantes a lograr la autorregulación, es decir, la capacidad de regular sus propios procesos. El docente ayuda a los estudiantes a desarrollar las estrategias metacomprensivas en tres fases, como ya se explicó en la Parte 1. En esta etapa, el docente puede enseñarles a monitorear su comprensión, a conocer el texto y su forma diferenciando uno que cuenta algo de otro que expone algo. También, a discriminar entre realidad y fantasía.
Conocer acerca del texto y su forma[editar | editar código]
Aunque en los primeros grados puede ser complicado para los estudiantes identificar la estructura del texto, les es posible distinguir entre realidad y fantasía. Esto les ayudará posteriormente a diferenciar los textos narrativos de los informativos.
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Vea actividades para enseñar a diferenciar la realidad y la fantasía.
Enseñar a monitorear la comprensión lectora[editar | editar código]
Desde los primeros grados, el docente ayuda a los estudiantes a monitorear su comprensión. Para ello, utiliza la estrategia de pensamiento en voz alta. Ejemplifica su propio proceso de comprensión explicando en voz alta lo que piensa, mientras hace las distintas tareas. Vea este ejemplo. Tomaremos como base la lectura “El ciclo del agua” [2].
Conjunto de sonidos articulados con que el hombre manifiesta lo que piensa o siente (DRAE). Facultad que sirve para establecer comunicación en un entorno social, se le considera como un instrumento del pensamiento para representar, categorizar y comprender la realidad, regular la conducta propia y de alguna manera, influir en los demás.
Término utilizado, a menudo, como un saber hacer. Se suele aceptar que, por orden creciente, en primer lugar estaría la habilidad, en segundo lugar la capacidad, y la competencia se situaría a un nivel superior e integrador. Capacidad es, en principio, la aptitud para hacer algo. Todo un conjunto de verbos en infinitivo expresan capacidades (analizar, comparar, clasificar, etc.), que se manifiestan a través de determinados contenidos (analizar algo, comparar cosas, clasificar objetos, etc.). Por eso son, en gran medida, transversales, susceptibles de ser empleadas con distintos contenidos. Una competencia moviliza diferentes capacidades y diferentes contenidos en una situación. La competencia es una capacidad compleja, distinta de un saber rutinario o de mera aplicación.
1. Seleccionar excluyendo. 2. Dar trato desigual a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos, de sexo, de edad, de condición física o mental, etc.
Aplicar estrategias para entender y recordar. Implica estar en capacidad de comunicar lo que se ha leído y escuchado.