Crisis en la comunidad y respuesta de la escuela
Los eventos negativos que ocurren en la comunidad tienen efectos profundos en los estudiantes. Los niños reaccionan de manera muy diferente a los adultos ante las crisis en la comunidad y los acontecimientos mundiales. Los adultos asumen que los niños reaccionarán a las crisis de la misma manera que ellos (los adultos). Los niños no tienen un marco emocional o intelectual experimentado para entender los eventos negativos. La respuesta inmediata de un niño a una tragedia es personalizarla. Ellos piensan automáticamente que el mismo o un evento similar les va a suceder a ellos. Ellos personalizan el evento debido al miedo. El miedo proviene de lo desconocido. La siguiente respuesta más común de un niño es preocuparse por la seguridad de sus seres queridos, sobre todo si ellos se encuentran en la escuela y separados de su familia.
Una variedad de otras respuestas ocurren a menudo en niños. Un niño puede tener temores persistentes causados por la crisis que puede durar un tiempo muy largo. Los temores específicos son personales para ese niño y pueden asociarse con una pequeña parte de la tragedia o crisis. Por ejemplo, una estudiante que a los 3 años había sido testigo del comportamiento escandaloso de un hombre mentalmente perturbado en un autobús lleno tuvo una reacción de pánico severo ante los juegos bruscos de otros estudiantes adolescentes en un autobús escolar. Los profesores y chaperones adultos en el autobús se sentían impotentes para calmarla.
Otra reacción común que los niños tienen ante una crisis es que aparezcan otros temores, no necesariamente relacionados con la situación de crisis. Para un niño, el miedo y la ansiedad son sentimientos generalizados. Por lo tanto, un niño puede responder asociando sus miedos con algo más de lo que tienen miedo.
El método más eficaz para manejar una situación de crisis es que la escuela proporcione información a los estudiantes sobre la crisis. Cuando proporcionamos datos sobre una crisis, entonces lo desconocido se torna conocido. La información tiene un efecto calmante. Una escuela no debe dar por hecho que los estudiantes estarán escuchando acerca de una crisis de otras fuentes, tales como padres, periódicos o radio y televisión. Una escuela está en una posición poderosa en la vida de un niño.
La escuela es vista por los estudiantes como la fuente más confiable de información, el destilador del conocimiento. Se puede confiar en la información recibida de la escuela de la misma manera en que pueden confiar en el contenido de las lecciones que se les enseña. La escuela puede convertirse en una isla en la vida de los estudiantes. Una escuela segura transmite al estudiante una sensación de seguridad, a pesar de lo que ocurre fuera de los terrenos de la escuela. La escuela se ve entonces como un refugio para los estudiantes. Se convierte en un lugar lejos del caos que los rodea. Crear un lugar así y mantener las distracciones lejos de los pensamientos de los estudiantes les permite llenar sus mentes con conocimiento. La comunicación de la escuela de hechos e incluso las estrategias para entender las crisis en su comunidad es un elemento clave para crear esta percepción de la escuela como una isla.
Lecturas sugeridas[editar | editar código]
- Jaycox, L.H. et al. 2006. How schools can help students recover from traumatic experiences: a tool-kit for supporting long-term recovery. Arlington, VA: The Rand Corporation. http://www.rand.org/pubs/technical_reports/TR413/