Conclusiones
Enseñar ciencia eficazmente es un trabajo difícil pero gratificante. La dificultad proviene de dos fuentes. En primer lugar, los estudiantes en la mayoría de las clases de ciencias ofrecen una amplia gama de conocimientos previos, experiencias, razonamiento e intereses. En segundo lugar, los docentes deben integrar el núcleo del conocimiento científico y la investigación científica de una manera que haga justicia tanto a los aspectos de la ciencia como a su integración. Las recompensas de los maestros están enraizadas en saber que los estudiantes han aprendido como resultado de su efectividad como maestros. La clave es el principio #1: La enseñanza es un medio útil para ayudar a los estudiantes a aprender. Cuando los estudiantes trabajan duro pero no aprenden, el maestro debe aceptar una gran parte de la responsabilidad.
Los maestros deben aceptar la visión de que la enseñanza eficaz significa estar constantemente al tanto de las dificultades de los estudiantes para aprender ciencia y ajustar continuamente sus estrategias y técnicas de enseñanza para ayudar a los estudiantes a trabajar a través de las dificultades. Al hacerlo, los profesores deben fijar altas expectativas de aprendizaje, centrarse en las ideas científicas fundamentales y aspirar a una comprensión profunda e integrada de la investigación científica y del cuerpo central del conocimiento científico. Para ayudar a los estudiantes a alcanzar los objetivos y expectativas de los maestros, los maestros deben entender cómo los estudiantes construyen activamente nuevos conocimientos, así como la complejidad del proceso de aprendizaje, la importancia de los intereses de los estudiantes y las ansiedades y conflictos potenciales de los estudiantes con los conceptos científicos. Otra recompensa para los maestros es saber que sus estudiantes están experimentando una sólida educación en ciencias, que les prepara para estudios avanzados y para sus ocupaciones y carreras, y que también ayuda a los estudiantes a reconocer la importancia, utilidad y valor de la ciencia en sus vidas personales .
Un viejo proverbio dice que dado un pez, se puede comer por un día, pero enseñando a pescar, se puede comer por toda la vida. Piense en la enseñanza eficaz de la ciencia como enseñar a los estudiantes a pescar. Una vez que los estudiantes llegan a entender y utilizar el pensamiento científico para aprender más sobre el mundo que los rodea, se han convertido en pescadores con una sed de conocimiento y las habilidades para buscar y aprender por su cuenta.