Conclusión
La charla en el aula es una oportunidad que se puede utilizar para un propósito mucho mejor en la mayoría de las escuelas de todo el mundo. Prácticamente todos los estudiantes pueden estar preparados para participar en discusiones desafiantes.
En las aulas de charla responsable, las ideas de cada alumno importan. El proceso de comprensión es visto como un esfuerzo colaborativo. El espacio de discusión puede contener y contiene errores, desacuerdos, declaraciones incompletas e ideas expresadas en los lenguajes informales de los estudiantes. Todos estos son vistos como contribuciones al proceso de aprendizaje. La charla busca la verdad; su propósito no es simplemente permitir que todos sean escuchados o identificar al ganador del debate. Debido a que el objetivo es una solución, conclusión o explicación completamente desarrollada para el problema en cuestión, los participantes deben respaldar sus declaraciones con hechos y evidencia. Los recursos, incluido un maestro con conocimientos sobre el tema, están disponibles en el salón de clases. La conversación se trata de preguntas y problemas genuinos que piden a los estudiantes que miren más allá de las explicaciones superficiales. Se lleva a cabo en formatos de parejas, grupos pequeños, toda la clase y en línea.
En última instancia, al participar en la charla responsable, los estudiantes aprenden a usar el razonamiento para llegar a la comprensión. Razonar (procesar, interpretar y ser capaz de hacer algo nuevo con la información) es la forma en que resolvemos problemas en el mundo de los adultos. En lugar de permitir pasivamente que algunos estudiantes aprendan estas habilidades por accidente, las escuelas pueden enseñarlas deliberadamente, cambiando la forma en que se habla en el aula.
Término introducido por Le Boterf, entendido como los conocimientos, procedimientos y actitudes que es preciso emplear para resolver una situación. Unos son recursos internos, que posee la persona, tales como conocimientos, procedimientos y actitudes