Tercera Parte Pueblo Garifuna Primaria, Carlos Mulul – Carlos Mulul

De CNB
Ir a la navegación Ir a la búsqueda
Busca en cnbGuatemala con Google

Los lineamientos metodológicos[editar | editar código]

El currículo regional por pueblos impulsa la idea de que para que los aprendizajes se produzcan de manera satisfactoria, es necesario suministrar una ayuda específica por medio de la participación de los y las estudiantes en actividades intencionales, planificadas y sistemáticas, que logren propiciar en ellos y ellas una actividad mental constructiva.

Diversos autores han propuesto, que es mediante la realización de aprendizajes significativos, que los y las estudiantes construyen significados que enriquecen su conocimiento del mundo físico y social, potenciando así su crecimiento personal. Por lo tanto, los tres aspectos claves que debe favorecer el proceso educativo son los siguientes: el logro del aprendizaje significativo, el dominio comprensivo de los contenidos escolares y la funcionalidad de lo aprendido.

Aspectos como el desarrollo de la capacidad del pensamiento crítico, de reflexión sobre uno mismo y el propio aprendizaje, la motivación y la responsabilidad por el estudio, la disposición para aprender significativamente y cooperar buscando el bien colectivo son factores que indicarán si la educación del Pueblo Garífuna es o no de calidad.

En esta perspectiva, el aprendizaje es un proceso que requiere de la participación activa del sujeto que aprende, la niña y el niño, pues ella y él son quienes deben construir internamente nuevos esquemas y conceptos. Implica más que adquirir conocimientos, desarrollar funciones cognitivas, habilidades psicomotoras y socioafectivas, capacidades y actitudes que permitan utilizar los conocimientos de su propia cultura y otras en diferentes situaciones. El aprendizaje significativo implica un procesamiento activo del que se pretende aprender.

En el Nivel Primario, el proceso educativo se alimentará y fortalecerá en el desarrollo de conocimientos y saberes de manera continua de acuerdo con el área y el nivel de la niña y el niño, a través de acciones físicas, mentales, sociales y emocionales que promueven el compartir desde la vivencia y el fortalecimiento de aprendizajes que contribuyen a la formación integral de la niñez. Se utilizan metodologías donde la niña y el niño son protagonistas de su propio conocimiento y vivencia, en compañía de miembros de la familia, de instituciones comunitarias y diversos espacios de aprendizaje..;

En atención a los momentos naturales de la vida del Pueblo Garífuna, la educación reconoce que el docente propone, facilita y acompaña a niñas y niños en secuencias y proyectos de aprendizaje, unidades didácticas, contenidos generadores o rincones de aprendizaje que requieren la integración en las distintas áreas curriculares, de acuerdo con la vivencia particular y comunitaria; se considera conveniente plantear las siguientes acciones:

  • se realiza un juicio de pertinencia para decidir cuáles de las que ya son conocidas por el o la estudiante son las más relacionadas con las nuevas metas;
  • se determinan las contradicciones y las similitudes entre las ideas nuevas y las que ya se tenían;
  • se reformula la nueva información para poder asimilarla mejor según la forma de pensar de el o la estudiante;
  • en el caso de las ideas nuevas, no pueden ser asociadas con las que ya se tenían: el o la estudiante inicia un proceso de análisis con la información, reorganizando sus conocimientos y utilizando la forma más amplia e inclusiva para explicarlos;
  • se forman hábitos y destrezas motrices en niñas y niños, que conduzcan hacia el trabajo individual y colectivo en un ambiente de armonía que permita a los estudiantes reflexionar sobre sus comportamientos y actitudes;
  • se incentivan procedimientos que propicien la práctica de valores del Pueblo Garífuna al realizar actividades con orientación y sentido de responsabilidad, independencia, autonomía y creatividad, practicando constantemente el idioma y la espiritualidad.

El aprendizaje significativo[editar | editar código]

Para que el aprendizaje sea verdaderamente significativo, este debe reunir varias condiciones: la nueva información debe relacionarse de modo no arbitrario y sustancial con lo que el alumno ya sabe, dependiendo también de la disposición (motivación y actitud) de este por aprender, así como de la naturaleza de los materiales o contenidos del aprendizaje.

Algunos autores proponen que el aprendizaje significativo ocurre en una serie de tres fases que reflejan una complejidad y profundidad progresiva. A continuación, se integran aportes de varios de dichos autores:

Fase inicial

  1. Percepción de hechos o partes de información que están aislados conceptualmente.
  2. Memorización de hechos y utilización de esquemas preexistentes (dominio o aprendizaje por acumulación)
  3. Procesamiento global.
    • Escaso conocimiento específico del dominio
    • Uso de estrategias generales pero independientes del dominio
    • Uso de conocimientos de otro dominio
  4. Información adquirida concretamente y vinculada al contexto específico, uso de estrategias de aprendizaje.
  5. Ocurrencia de formas simples de aprendizaje.
    • Condicionamiento
    • Aprendizaje verbal
    • Estrategias mnemotécnicas
  6. Visión globalizadora que se forma gradualmente
    • Uso del conocimiento previo
    • Analogías con otro dominio

Fase intermedia

  1. Formación de estructuras a partir de las partes de información aisladas.
  2. Comprensión más profunda de los contenidos para aplicarlos a situaciones diversas.
  3. Reflexión y recepción de realimentación sobre la ejecución.
  4. Conocimiento más abstracto: puede ser generalizado o varias situaciones (menos dependientes del contexto específico)
  5. Uso de estrategias de procesamiento más sofisticadas.
    • Organización
    • Elaboración de mapas cognitivos

Fase final

  1. Mayor integración de estructuras y esquemas.
  2. Mayor control automático en situaciones complicadas.
  3. Menor control consciente. La ejecución llega a ser automática, inconsciente y sin tanto esfuerzo.
  4. El aprendizaje que ocurre en esta fase consiste en:
    • Acumulación de nuevos hechos a los esquemas preexistentes (dominio)
    • Incremento en los niveles de interrelación entre los elementos de las estructuras (esquemas).
  5. Manejo hábil de estrategias específicas de dominio.

El aprendizaje significativo es el resultado de experiencias directas e inmediatas con las personas, hechos y objetos de parte de niñas y niños del Pueblo Garífuna. Esto requiere de conocimientos profundos, con procedimientos metodológicos necesarios que le permitan al docente un mejor desempeño de sus funciones en la orientación del proceso de aprendizaje.

  • El tratamiento metodológico del aprendizaje significativo en la cultura del Pueblo Garífuna debe garantizar lo siguiente:
  • Producir aprendizajes haciendo uso de todos los medios y sentidos.
  • Consultar distintas fuentes de información y vivenciar lo aprendido.
  • Estimular a niñas y niños para que hablen de lo que hacen.
  • Dejar que las niñas y los niños hagan las cosas por sí solos.
  • Sugerir opciones y posibilidades de actuación que permitan al estudiante, con el acompañamiento del docente, encontrar respuestas por sí mismo.
  • Manipular, transformar y reproducir materiales para su aprendizaje.
  • Propiciar ejercicios de aprestamientos para el desarrollo de las habilidades y destrezas.
  • Estimular el desarrollo del aprendizaje con preguntas o sugerencias.
  • Provocar el aprendizaje con el uso y la manipulación de los materiales.
  • Crear espacios o momentos para que las niñas y los niños elijan actividades, objetos y materiales de su agrado.
  • Posibilitar a las niñas y los niños para que escojan y decidan dónde trabajar, con qué trabajar, qué hacer y cómo hacerlo.
  • Aprovechar elementos sustantivos de la cultura del Pueblo Garífuna para el aprendizaje.
  • Afirmar una identidad como Pueblo Garífuna.
  • Ejercitar la espiritualidad desde la naturaleza y el hidrocosmos del Pueblo Garífuna.

Diversos autores han propuesto, que mediante la realización de aprendizajes significativos, la niña y el niño construyen significados que enriquecen su conocimiento del mundo físico y social, potenciando así su crecimiento personal. Por lo tanto, para que el aprendizaje sea efectivo para la vida de los miembros del Pueblo

Garífuna, se debe considerar y aplicar los siguientes principios: partir de conocimientos y experiencias previas relacionadas con nuevos aprendizajes, partiendo de lo concreto a lo abstracto, de lo simple a lo compuesto, tomando en cuenta el buen uso del tiempo y del espacio para desarrollar los aspectos físico y emocional; realizar y mejorar constantemente los procesos del aprendizaje.

Esquema del proceso metodológico natural del aprendizaje del Pueblo Garífuna:


imagen

Con el apoyo de la comunidad educativa, especialmente de la familia, es recomendable la participación de los adultos en el proceso de aprendizaje de la niña y el niño, realizando actividades como: estimular a niñas y niños para que hablen sobre vivencias, conocimiento de lo que hacen y cómo lo hacen, para hacerles conscientes de la relación esencial; responder a aquellas preguntas que las niñas y los niños plantean directamente, procurando revertir el procedimiento para que sean ellos quienes encuentren las respuestas por sí solos, fortaleciendo el uso de procedimientos metodológicos cotidianos que permitan encontrar soluciones a las diferentes dificultades que se encuentren.

La utilización del espacio físico para promover aprendizajes significativos[editar | editar código]

Desde este punto de vista, la calidad de un centro educativo se relaciona con su capacidad para atender las necesidades especiales que presentan los y las estudiantes. Así, una escuela será de calidad si es capaz de atender a la diversidad de estudiantes que aprenden y si ofrece una enseñanza adaptada y rica, promotora del desarrollo. Debe representar la integración de los elementos presentes en la comunidad, lo cual ofrece a las y los estudiantes la oportunidad de generar sus conocimientos desde su propia cultura y les permite afianzar su propia identidad preparándolos para desenvolverse en diversos escenarios.

Es, desde este punto de vista, que cobra una especial relevancia el aprendizaje utilizando la lengua materna. No solamente representa el vehículo de comunicación con el cual el y la estudiante se siente plenamente identificado, sino que, a su vez, representa el mecanismo que le permitirá explicar significativamente el ambiente que lo rodea.

El ambiente o espacio en donde se desarrollan los procesos de enseñanza y aprendizaje puede ser el aula, el patio de la escuela, la biblioteca, un campo cercano a la escuela u otros en donde se pueda establecer la interacción entre maestros y maestras con alumnos y alumnas. En relación con el ambiente, se pueden considerar varios aspectos, el clima afectivo que se pueda establecer, la distribución del espacio físico propiamente dicho y la organización que se establezca, entre otros.

La distribución del espacio físico[editar | editar código]

El espacio físico debe ser dispuesto de acuerdo con los propósitos que se persigan. Se hace necesario asegurarse de que los y las estudiantes encuentran la oportunidad de interactuar democráticamente, que sientan que sus comentarios son aceptados sin crítica evidente. Conviene asegurarse de que en esa distribución se considere la ubicación de una biblioteca que permita la consulta constante, de un taller o lugar de trabajo que permita la elaboración de proyectos específicos y que, además, permita fomentar el trabajo colaborativo y cooperativo. Es importante que los y las estudiantes participen en la organización y el mantenimiento de los espacios físicos de los que se dispone para promover el aprendizaje, a fin de que se interesen en su buen uso y cuidado.

La ambientación del aula[editar | editar código]

La ambientación del aula, como refuerzo de los aprendizajes y de las habilidades que se desarrollan, debe considerar las siguientes recomendaciones:

  • Crear un mundo letrado, rotulando cada objeto y espacio del ambiente, para estimular la creación del vocabulario visual básico en idioma garífuna.
  • Verificar que todo el material educativo esté contextualizado desde la cultura del Pueblo Garífuna, es decir, contemplar las características de la comunidad local.
  • Establecer, con las niñas y los niños, un compromiso de clase para garantizar la inserción de normas de conducta del Pueblo Garífuna, sanciones cuando proceda ante el incumplimiento de las mismas. Este compromiso debe permanecer en un lugar visible para que se tenga presente.
  • Preparar material educativo para estimular la asistencia de las niñas y los niños.
  • Elaborar un horario para desarrollar las acciones planificadas, siguiendo dinámicas de vida comunitaria del Pueblo Garífuna.
  • Preparar un cartel de responsabilidades semanales, asignar turnos, repartir material, cuidar plantas, velar por la higiene y la seguridad de su aula, atender situaciones que surjan de acuerdo con las necesidades.
  • Definir estrategias, medios y recursos que contribuyan a garantizar el disfrute y la permanencia escolar de las niñas y los niños con necesidades educativas especiales.
  • Asignar espacios para recibir alimentación, higiene, aseo personal, juego, entre otros.
  • Organizar espacios de aprendizaje: rincones de aprendizaje y rincones lúdicos, rincón de arte, rincones de materiales diversos, rincón de lectura y escritura, rincones de la ciencia.
  • Fuera del aula: macetas, bosques, áreas verdes de la comunidad, huertos de plantas medicinales, parques, altares, centros de arte, unidades productivas, otros.
  • Es importante considerar el funcionamiento de pequeños talleres de tejidos, de música, de carpintería, de costurería, de pintura, de dibujo y tallado.
  • Es necesario decorar el aula con frases expresivas y significativas sobre acciones de reverencia al Sol, a la Luna, al mar, sobre el respeto a las madres y a los padres, sobre la vida de personajes del Pueblo Garífuna y de miembros de la familia, entre otros, en idioma garífuna.
  • Carteles de comisiones que orientan la higiene personal, el conteo del tiempo, la limpieza del aula, el cuidado de las plantas, el uso racional de los recursos, el amor a la naturaleza, el cuidado de los animales, la celebración del día del mar, entre otros.
  • Clima afectivo en el aula: los aprendizajes son posibles con la aplicación de una buena dosis de afecto, comprensión, cariño, mimos, palabras de cariño, palabras maternales y paternales. Este clima es solamente posible desde la visión y práctica del Pueblo Garífuna, la cual fortalece la identidad personal y cultural. Este clima afectivo es extensivo para animales, plantas y otros elementos dentro de la cultura. Es necesario vivenciar los acontecimientos dentro y fuera del aula acerca de la vida, el amor, la vida comunitaria, la ventilación de temas familiares y otros.
  • La escuela propicia actividades que estimulen las dimensiones de creatividad, imaginación, intuición, contemplación, trascendencia y meditación siguiendo las estimulaciones endógenas y exógenas.
  • Madres y padres de familia: es responsabilidad de madres y padres de familia velar por la continuidad de la vida representada en sus hijas e hijos para fortalecer y recuperar el bienestar personal, familiar y comunitario.
  • Las niñas y los niños, conjuntamente con los docentes, deben organizarse atendiendo la estructura, funciones y valores de la comunidad del Pueblo Garífuna.

El clima afectivo[editar | editar código]

Es necesario establecer un clima afectivo para fortalecer la identidad, la autoestima y la convivencia armónica entre docentes, los y las estudiantes y todas las personas, que de alguna manera, participan en la práctica educativa. Idealmente, el clima que se establezca debe permitir la práctica de los valores de convivencia, equidad, respeto y solidaridad, e interiorizar las actitudes y los comportamientos adecuados para la interculturalidad, la búsqueda del bien común, la democracia y el desarrollo humano integral.

El clima afectivo en el aula es una condición básica para garantizar el desarrollo y un ambiente de felicidad para niñas y niños; para ello, es necesario:

  • transmitirles seguridad en el desarrollo de sus capacidades para solucionar conflictos;
  • hacerles sentir que son estimadas y estimados;
  • hacerles ver que se valoran sus esfuerzos;
  • reforzar las relaciones grupales por medio de tareas compartidas;
  • permitirles actuar con autonomía y responsabilidad;
  • valorar e incentivarlos en cada actividad realizada o por realizarse.

La organización de los y las estudiantes[editar | editar código]

Para optimizar el tiempo y los recursos disponibles, se sugieren distintas formas de organización de los y las estudiantes:

Trabajo Individual (wadagimanu babuguarugu)

Se puede utilizar en todas las áreas; desarrolla la capacidad de atención, concentración, autonomía y responsabilidad en tareas encomendadas.

Trabajo en parejas (dasi lida feru)

Utilizado en todas las áreas, desarrolla la capacidad de atención, concentración, autonomía y responsabilidad en tareas encomendadas. Los y las estudiantes se organizan en pares para compartir experiencias y conocimientos sobre determinada actividad o tema. Permite desarrollar la capacidad de escuchar y respetar el punto de vista de otros y otras.

Trabajo en equipo (dasi gibeguo) Se constituye en la integración de las y los estudiantes en grupos de tres, cuatro, cinco o más de ellos. Estos pueden organizarse por afinidad, por sorteo, etc. Su ventaja es que desarrolla, en cada uno, las características individuales y las ubica al servicio del grupo, fomenta el liderazgo y la responsabilidad.

Es importante tener cuidado, que durante la integración de los equipos de trabajo, se considere entre los estudiantes superar sus debilidades y aumentar sus fortalezas.

Para que el desarrollo de la capacidad de generar nuevos conocimientos y aplicarlos en un entorno determinado sea evidente en los y las estudiantes, es necesario que los y las docentes:

  • Se conviertan en facilitadores, orientadores o mediadores de los aprendizajes.
  • Acepten los comentarios que los y las estudiantes ofrecen, evitando hacer críticas sobre los mismos.
  • Emitan breves comentarios y pasen al punto siguiente, cuando la contribución de los y las estudiantes no es adecuada.
  • Enfoquen la retroalimentación como el quehacer de los y las estudiantes y no de el o la docente.
  • Repitan lo expresado por los y las estudiantes para mantener la conversación o discusión en curso; esto, además, sirve para que quienes expresaron las ideas, oigan cómo han sido interpretadas por sus interlocutores.
  • Conduzcan las conversaciones o discusiones de manera abierta, provocativa e inspiradora de manera que los y las estudiantes permanezcan motivados.

La organización del ambiente educativo[editar | editar código]

Una adecuada organización del ambiente educativo incluye espacios, recursos, materiales y distribución del tiempo, para lograr los propósitos educativos. Los docentes deben ofrecer una variada gama de recursos, que proporcionen múltiples oportunidades según los esquemas culturales del Pueblo Garífuna.

La selección, preparación y disposición del material, y su adecuación a las necesidades de aprendizaje son elementos esenciales en esta etapa, por lo que se sugieren las siguientes actividades:

  • Organizar el ambiente educativo con una visión integral e integradora de actores del currículo.
  • Brindar oportunidades para el juego, el desarrollo de experiencias innovadoras y desafiantes que contribuyan a la construcción del conocimiento, la creatividad, el descubrimiento, la exploración, la experimentación y la resolución de problemas.
  • Promover las relaciones interpersonales que propicien un clima de armonía, respeto y confianza según las características y necesidades de la niñez.
  • Propiciar ambientes, fuera y dentro del aula, que sean flexibles, cálidos, acogedores y libres de peligro, en donde niñas y niños puedan divertirse, jugar, interactuar y sentirse a gusto.
  • Integrar a la familia y a miembros de la comunidad en las actividades del trabajo.

La familia y el equipo docente[editar | editar código]

La Educación Primaria alcanza su pleno sentido en un marco de colaboración y coordinación entre la familia y el equipo docente, quienes inciden directamente en el proceso educativo de las niñas y los niños en el ambiente escolar.

La existencia del equipo docente es indispensable para asegurar la entrega, el desarrollo, el monitoreo y la evaluación de la acción educativa. Así mismo, el equipo de docentes actuará conjuntamente con la familia en tareas y funciones designadas.

En este proceso de aprendizaje, la familia desempeña un papel comprometido en la dinámica de la educación de la niña y el niño desde los espacios de aprendizaje. En este sentido, la familia coordina y colabora con los docentes para fortalecer y enriquecer la labor educativa, completando y ampliando sus experiencias formativas. La eficacia y la eficiencia de la Educación Primaria depende, en gran medida, del logro de las competencias educativas establecidas en la malla curricular, llevadas a cabo en los distintos momentos de la vida de la niña y el niño, ayudados y acompañados por los docentes y la familia.

Vinculación escuela – comunidad'

Toda la acción educativa en el contexto del Pueblo Garífuna debe estar vinculada con la vida comunitaria, la cual permite aprendizajes a través de:

  • Presenciar los hechos y acontecimientos.
  • Visitar lugares y espacios de experimentación tecnológica del Pueblo Garífuna.
  • Participar en encuentros y eventos de plenitud espiritual.
  • Invitar a actores y líderes comunitarios para que compartan la vivencia de la ciudadanía del Pueblo Garífuna.
  • Socializar técnicas y estrategias creativas para convivir con el mar.
  • Promover encuentros y diálogos con el mar, los ríos y la vida marítima.

Los elementos de la evaluación[editar | editar código]

Otro de los cambios que propone la Transformación Curricular se refiere a una concepción diferente de lo que significa evaluar. Se le concibe como la herramienta que permite valorar los procesos de enseñanza y aprendizaje mediante el diálogo entre participantes del hecho educativo para determinar si los aprendizajes han sido significativos y si tienen sentido y valor funcional. Como consecuencia, la evaluación lleva a la reflexión sobre el desarrollo de las competencias y los logros alcanzados.

Contrario a lo que ha constituido la práctica de medición de los aprendizajes en los últimos años, el currículo propone que la evaluación mantenga una función formativa. Esto lleva a los y las docentes a realizar apreciaciones a lo largo del desarrollo de los procesos de enseñanza y aprendizaje y a utilizar sus resultados para modificar las deficiencias que se observan.

Todo ello conlleva un cambio significativo en la forma de interpretar y aplicar los criterios evaluativos. Aquí, como en todo el proceso de reforma, se toma al ser humano como el centro del hecho educativo, y por lo tanto, se reconoce que cada conglomerado y, en este caso, cada aula se caracteriza por la heterogeneidad de sus integrantes, lo cual se manifiesta tanto en el ámbito social como en el cultural, el intelectual y el afectivo.

Para que la actividad escolar refleje esa tendencia, se requiere que los y las docentes posean un conocimiento real de las necesidades y potencialidades de cada uno de sus estudiantes, de sus posibilidades de desarrollo en función de circunstancias que pueden llegar a ser especiales, y del esfuerzo y la voluntad que pone para aprender y formarse.

Además del carácter formativo, a la evaluación se le considera como una actividad sistemática, continua, integral, orientadora e instrumental. En otras palabras, se convierte en una herramienta que permite:

  • Ayudar al crecimiento personal de los y las estudiantes por medio de la guía y orientación que se les proporciona dentro del proceso de aprendizaje.
  • Valorar el rendimiento de las y los estudiantes en torno a sus progresos con respecto a ellos y ellas mismas.
  • Detectar las dificultades de aprendizaje.
  • Identificar los problemas en el proceso de aprendizaje y en los procedimientos pedagógicos utilizados de cara a mejorar la calidad educativa.

Como consecuencia de todo lo anterior, corregir, modificar o confirmar el currículo y los procedimientos y estrategias pedagógicas utilizadas.

¿Qué es evaluar?

Es la valoración de los procesos de enseñanza y aprendizaje. Promueve un diálogo entre los participantes del hecho educativo para determinar si los aprendizajes han sido significativos, y si tienen sentido y valor funcional para las y los estudiantes. Además, lleva a la reflexión sobre el desarrollo de las competencias y los logros.

¿Qué evaluar?

Si las competencias han sido alcanzadas según especifican los indicadores de logro.

¿Para qué evaluar?

Para obtener información con respecto a lo siguiente:

  • cómo aprenden los y las estudiantes;
  • qué es necesario hacer para orientar el proceso de aprendizaje;
  • determinar acciones de reflexión que permitan interpretar mejor el proceso de aprendizaje;
  • planificar, determinar y modificar el ritmo con el que se presentan las instancias de aprendizaje.

¿Cómo evaluar?

La evaluación se lleva a cabo mediante el uso de instrumentos y técnicas o procedimientos que permitan verificar si las competencias han sido alcanzadas según lo especifican los indicadores de logro propuestos.

¿Cuándo evaluar?

El progreso en el aprendizaje puede ser verificado en diversos momentos del proceso:

  • Evaluación Inicial o Diagnóstica
  • Evaluación Formativa o de Proceso
  • Evaluación Sumativa o de Producto

¿Quiénes evalúan?

Vista la evaluación como una actividad continua, puede ser considerada como un proceso en el que participan tanto los y las estudiantes como los y las docentes:

  • autoevaluación: el sujeto verifica su propio desempeño;
  • coevaluación: el sujeto participa en la evaluación que otros hacen de su desempeño y a la vez en el desempeño de los demás;
  • heteroevaluación: el o la docente planifica y lleva a cabo el proceso evaluativo; toma en cuenta los aportes de la autoevaluación y la coevaluación.

Las funciones de la evaluación[editar | editar código]

La Transformación Curricular propone que se evalúe el desarrollo o alcance de las competencias de acuerdo con lo que especifican los indicadores de logro, según lo demanden las circunstancias del momento o las actividades educativas.

Según el momento en que se realiza y la función que desempeña la evaluación, esta puede ser:

La evaluación inicial o diagnóstica[editar | editar código]

Es aquella que se realiza antes del desarrollo del proceso educativo. Se distinguen dos subtipos:

  • la evaluación diagnóstica inicial, que utilizan los y las docentes antes de cada ciclo educativo con el propósito de obtener información con respecto a los conocimientos generales y específicos de sus estudiantes con relación a los temas que se han de iniciar;
  • la evaluación diagnóstica puntual, que es la que se realiza en distintos momentos antes de iniciar una secuencia de enseñanza o dentro de un determinado ciclo curricular.

El propósito de este tipo de evaluación consiste en adecuar la planificación de los procesos de enseñanza y aprendizaje a las necesidades de los estudiantes.

La evaluación de proceso o formativa[editar | editar código]

Es la que se realiza al mismo tiempo que los procesos de enseñanza y aprendizaje por lo que se le considera parte integral de los mismos. Dos asuntos deben tenerse en cuenta:

  • El primero se refiere a que toda evaluación formativa o de proceso requiere un mínimo de análisis realizado sobre los procesos de interrelación docente-docente, docente-estudiante, durante los cuales se puede establecer qué han aprendido los estudiantes y qué les hace falta aprender.
  • El segundo se refiere al valor funcional que tiene la información que se consigue como producto del análisis y que resulta de importancia fundamental, porque es la que los y las docentes requieren para saber qué y cómo proporcionar la ayuda pertinente.

Al mismo tiempo, este tipo de evaluación permite al docente reflexionar, durante y después de la acción, sobre lo realizado en el aula, proporcionándole datos valiosos acerca de la orientación didáctica en función de las intenciones educativas que se tengan en la planificación.

La evaluación de resultados o sumativa[editar | editar código]

Se realiza al terminar un proceso o ciclo educativo.

Su fin principal consiste en certificar el grado en que las intenciones educativas se han alcanzado. Principalmente, atiende a los productos del aprendizaje; por ello, la mayoría de las pruebas de evaluación formal constituyen recursos útiles para valorar la calidad de la enseñanza y los aprendizajes logrados al terminar el ciclo.

Las características de la evaluación[editar | editar código]

Dentro del enfoque que impulsa la Transformación Curricular, la evaluación se caracteriza por lo siguiente:

Continua
se realiza a lo largo de los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Integral
considera todos los aspectos del desarrollo y crecimiento humano.
Sistemática
se organiza de acuerdo con los grandes fines o propósitos de la educación, articulándose alrededor de competencias.
Flexible
se adapta a los procesos de cada grupo; es decir, tiene en cuenta las diferencias individuales, los intereses, las necesidades educativas de los y las estudiantes, así como las condiciones colaterales del Centro Escolar que afectan el proceso educativo.
Interpretativa
busca comprender el significado de los procesos y los productos de los y las estudiantes.
Participativa
involucra a todos los sujetos del proceso educativo.

Las técnicas de evaluación que se sugieren[editar | editar código]

La evaluación se lleva a cabo mediante el uso de técnicas con sus respectivos instrumentos o recursos que permiten verificar si las competencias han sido alcanzadas según lo especifican los indicadores de logro propuestos.

  • Las técnicas que se basan en la observación, usan los siguientes instrumentos para registrar la información recabada para la evaluación:
    • listas de cotejo,
    • escalas de rango o de valoración,
    • rúbricas.
  • Las técnicas que enfocan el desempeño utilizan los siguientes instrumentos para su aplicación:
    • preguntas - abiertas y cerradas,
    • portafolio,
    • diario,
    • debate,
    • ensayo,
    • estudio de casos,
    • mapas conceptuales, diagramas, esquemas, líneas de tiempo,
    • proyectos,
    • solución de problemas,
    • texto paralelo.

La evaluación de los resultados obtenidos en el proceso del desarrollo de los aprendizajes de las niñas y los niños es un elemento de gran importancia por la información que aporta acerca del avance de conocimientos adquiridos. Esta información permite, a los docentes y padres de familia, tomar decisiones para reorientar y realimentar las acciones educativas y/o valorar el nivel de efectividad alcanzado. Los indicadores de logros son medios de verificación de la comprensión, la interpretación y la apropiación del aprendizaje que las niñas y los niños han alcanzado en el proceso educativo, lo que permite asegurar la calidad y la pertinencia cultural del Pueblo Garífuna.

La evaluación en el Nivel Primario está orientada a la formación de hábitos, de destrezas, de competencias físicas, mentales, emocionales según los patrones de crianza de la familia en el Pueblo Garífuna.

Dada la gran importancia de la evaluación formativa, el docente y la familia coadyuva al crecimiento y al desarrollo integral de la niñez, dando como resultado la integración y la interrelación de habilidades y destrezas en el proceso de aprendizaje en la comunidad educativa del Pueblo Garífuna.

En la educación inclusiva, la evaluación atiende la diversidad individual, social, cultural, lingüística, en la evolución y el desarrollo gradual de sus habilidades, destrezas y emociones. Para ello, se deben plantear criterios de evaluación pertinente con orientación y asesoría de personal especializado de manera que se realicen ajustes curriculares y de acceso pertinentes.

La evaluación de los logros se apoya, fundamentalmente, en la observación, la participación, la comunicación y la expresión corporal. El registro de lo observado posibilita, al docente, la valoración de diferentes procesos y avances del aprendizaje.

En el caso de la modalidad no escolarizada, es necesario el acompañamiento y la observación directa de parte del facilitador educativo, que permite la valoración, la apreciación de la vivencia, experiencia, creatividad y actividad en los diferentes espacios de aprendizaje. Esta forma de evaluación es de carácter formativo, la cual ayuda a fortalecer los conocimientos y la sabiduría útiles para la vida; así mismo, existen otras formas de evaluar los procesos educativos generados con participación de líderes comunitarios, madres y padres de familia, a través de consultas, entrevistas, contacto directo, conversación, etc.

Lo anterior es de suma importancia para determinar el nivel de logro en cuanto a las competencias. Esto permitirá una planificación más acertada para valorar y medir la efectividad de las técnicas de aprendizaje, los métodos, los contenidos, el material didáctico, el ambiente general y todo aquello que influya en forma directa e indirecta en el proceso educativo.

En el ambiente de aprendizaje, se han de evaluar:

  • los logros,
  • el proceso educativo en su conjunto,
  • la propia práctica docente,
  • la opinión general de las madres y los padres de familia,
  • las condiciones físicas y ambientales donde se desarrolle la evaluación, según el área y el nivel.

La cultura del Pueblo Garífuna considera la evaluación como la valoración diferenciada y conjunta sobre la realización de la experiencia, la práctica y la corrección de las vivencias, como proceso que toma en cuenta la representación, la advertencia, la abstención, la prevención, la recompensa y la reproducción de los aprendizajes. La evaluación debe fortalecer las potencialidades con que cuenta cada persona y enfatizar en aspectos cualitativos. Son de sumo interés los resultados que tienen implicación con la vida personal, familiar y comunitaria atendiendo las necesidades de la naturaleza.

Mecanismos de evaluación:

Se consulta a madres y padres de familia, autoridades de la escuela, niñas y niños, para tomar acuerdos acerca de avances y utilidades del aprendizaje. Al docente, le corresponde hacer el acompañamiento pedagógico para vivenciar la experiencia como un momento de valoración y perfeccionamiento de su aprendizaje según el procedimiento del Pueblo Garífuna.

En cuanto a las alternativas de registro valorativo y formativo, se sugieren mecanismos y medios como descripciones orales y escritas de las niñas y de los niños, reuniones conjuntas entre estudiantes y docentes acerca de resultados logrados, observados y presentados. Esta descripción es extensiva para madres y padres de familia.

La evaluación es posible sobre la ejecución de hechos reales bajo la responsabilidad de niñas y niños; en esta radica la importancia de contar con talleres, laboratorios, unidades productivas y juegos en el centro educativo para apreciar la eficiencia y eficacia de los aprendizajes.

Las técnicas de aprendizaje y evaluación que se desarrollan en el proceso del Pueblo Garífuna[editar | editar código]

Entre otras, se recomiendan las siguientes: la oralidad, la descripción, las actitudes de respeto de los elementos del entorno natural, la narración, el modelaje, la observación, la representación, la danza, el diálogo, el uso de refranes y lenguaje figurado, la vivencia, las entrevistas y la convivencia familiar.

El procedimiento de trabajo en la cultura del Pueblo Garífuna se ubica entre la persona, la naturaleza, el cosmos y el mar. Tanto el aprendizaje como la evaluación deben tomar en cuenta esta interdependencia y el sentido comunitario de las vivencias del Pueblo Garífuna.

Con el apoyo de la comunidad educativa, especialmente de la familia, es recomendable la participación de los adultos en el proceso de aprendizaje de la niña y el niño, realizando las siguientes actividades:

  • Estimular a las niñas y los niños para que hablen de vivencias, conocimiento de lo que hacen y cómo lo hacen, para hacerles conscientes de la relación esencial.
  • Responder a aquellas preguntas que las niñas y los niños plantean directamente, procurando revertir el procedimiento para que sean ellos quienes encuentren por sí solos las respuestas.
  • Brindar la ayuda necesaria cuando las niñas y los niños demuestren dificultad al resolver los problemas por sí mismos.
  • Fortalecer el uso de procedimientos metodológicos cotidianos que permitan encontrar soluciones diversas.
  • Trabajar conjuntamente con la niña y el niño cuando haya dificultades en la solución de problemas.
  • Valorar, estimular, propiciar la mejor actitud y las condiciones para el desarrollo del aprendizaje en las niñas y los niños.

Conjunto de experiencias, planificadas o no, que tienen lugar en los centros educativos como posibilidad de aprendizaje del alumnado. Una perspectiva tradicional acentúa el carácter de plan (con elementos como objetivos, contenidos, metodología y evaluación), frente a un enfoque práctico que destaca las experiencias vividas en el proceso educativo.

En la teoría del aprendizaje significativo, la persona que aprende –aprendiz– es el centro del proceso, el que construye su propio aprendizaje al atribuirle significado a lo que aprende.

Término utilizado, a menudo, como un saber hacer. Se suele aceptar que, por orden creciente, en primer lugar estaría la habilidad, en segundo lugar la capacidad, y la competencia se situaría a un nivel superior e integrador. Capacidad es, en principio, la aptitud para hacer algo. Todo un conjunto de verbos en infinitivo expresan capacidades (analizar, comparar, clasificar, etc.), que se manifiestan a través de determinados contenidos (analizar algo, comparar cosas, clasificar objetos, etc.). Por eso son, en gran medida, transversales, susceptibles de ser empleadas con distintos contenidos. Una competencia moviliza diferentes capacidades y diferentes contenidos en una situación. La competencia es una capacidad compleja, distinta de un saber rutinario o de mera aplicación.

Indicadores de éxito de un plan escrito en forma específica.

Espacio vital en el que se desarrolla el ser humano. Conjunto de estímulos que condicionan al ser humano desde el momento mismo de su concepción.

Proceso por el cual las personas adquieren cambios en su comportamiento, mejoran sus actuaciones, reorganizan su pensamiento o descubren nuevas maneras de comportamiento y nuevos conceptos e información.

Conjunto de acciones (formas de actuar o de resolver tareas), con un orden, plan o pasos, para conseguir un determinado fin o meta. Se trata de saber hacer cosas, aplicar o actuar de manera ordenada para solucionar problemas, satisfacer propósitos o conseguir objetivos. Forman los contenidos procedimentales.

Crecimiento o aumento en el orden físico, intelectual o moral.

Las “promesas” que los miembros de un equipo hacen uno al otro sobre su comportamiento.

Término introducido por Le Boterf, entendido como los conocimientos, procedimientos y actitudes que es preciso emplear para resolver una situación. Unos son recursos internos, que posee la persona, tales como conocimientos, procedimientos y actitudes

Proceso mecánico mediante el cual se aprende a representar palabras y oraciones con la claridad necesaria para que puedan ser leídas por alguien que tenga el mismo código lingüístico. La escritura es la representación gráfica de nuestro lenguaje.

Destrezas fonológica que consiste en decir cuántos fonemas o sílabas hay en una palabra.

Valoración, respeto y seguridad que cada persona tiene sobre sí misma, se construye y fortalece por medio de mensajes positivos de cariño y aceptación.

Dar el apoyo necesario para que una persona o personas con menos oportunidades puedan estar a la par con los demás. Un sistema educativo es equitativo cuando trata a todos los alumnos como iguales, favoreciendo especialmente a los más desfavorecidos, como defiende Rawls, en una redistribución proporcional a las necesidades. Todos los alumnos deben tener garantizado el “currículum básico” indispensable al término de la escolaridad obligatoria, es decir, aquel conjunto de saberes y competencias que posibilitan la participación activa en la vida.

Un grupo de personas que trabajan hacia una meta común para el cual todos son mutuamente responsables.

En sentido descriptivo, el estado legal que garantiza la pertenencia a una comunidad política o nación. Como tal, garantiza un conjunto de derechos y deberes para los miembros reconocidos como ciudadanos. Además, en sentido normativo, que es el que más importa educativamente, la ciudadanía implica la condición de participar activamente en los asuntos públicos, de modo autónomo y asumiendo las responsabilidades que le correspondan. Un ciudadano es alguien que pertenece plenamente a su comunidad, que tiene en virtud de ello ciertos derechos y los correspondientes deberes, y que participa activamente en la vida pública. Estatus legal que otorga un conjunto de derechos y deberes, pertenencia a una comunidad con una identidad propia y capacidad para participar son, pues, tres caracteres que definen una concepción actual de “ciudadanía”.

En el continuo de coaching es el rol de ser muy directo y enseñar, mostrar, guiar, etc.

Evidencia de que la competencia se ha alcanzado por el o la estudiante.

Proceso en que los estudiantes participan en la evaluación de su propio proceso de aprendizaje y determinan de manera consciente qué pueden y qué no pueden hacer.

Proceso en que los estudiantes que participan en el proceso de aprendizaje evalúan el desempeño de otros estudiantes y reciben de ellos retroalimentación sobre su propio desempeño.

Proceso de evaluación de los estudiantes realizada por los docentes, padres y madres de familia u otros miembros de la comunidad.

Capacidad o disposición que ha desarrollado una persona para afrontar y dar solución a problemas de la vida cotidiana y a generar nuevos conocimientos. Es la capacidad para actuar de manera pertinente ante una situación compleja, movilizando de manera integrada los recursos necesarios para resolverla de modo adecuado.Tiene una doble dimensión: a) posesión de un conjunto de recursos o capacidades (cognitivos, de procedimientos y de actitudes), y b) capacidad para movilizarlos en una situación de acción.

Conjunto de sonidos articulados con que el hombre manifiesta lo que piensa o siente (DRAE). Facultad que sirve para establecer comunicación en un entorno social, se le considera como un instrumento del pensamiento para representar, categorizar y comprender la realidad, regular la conducta propia y de alguna manera, influir en los demás.